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¿Original o Remake? «El Cabo del Terror» frente a «El Cabo del Miedo»

Inauguramos esta nueva sección con intención de comparar películas míticas (y no tan míticas) de la historia del cine con sus respectivos remake, unos abominables y otros mas acertados. El binomio que nos ocupa en esta primera entrega está compuesto por «El Cabo del Terror» y «El Cabo del Miedo», dos películas de un nivel mas que aceptable, que navegan entre el suspense y el thriller psicológico, sin renunciar al tan venerado cine de terror.

DIRECTOR (Martin Scorsese > J. Lee Thomson)

Estamos ante uno de los dos apartados que suponen la gran diferencia entre ambas películas; en la versión de 1962, J. Lee Thomson (responsable de gran parte del cine de Charles Bronson de los años 80) realiza un trabajo correcto, sin más; mantiene un buen pulso narrativo a lo largo del metraje, pero no explota los picos de tensión que ofrece el argumento. En este sentido, Martin Scorsese bebe del planteamiento formal de Thomson, pero se desmarca en cuanto al desarrollo del mismo; con su estilo característico, el director italoamericano construye una atmósfera irrespirable, que empuja al espectador a la identificación inmediata con el protagonista, a pesar de resultar mucho menos agradable que el interpretado por Peck en la primera adaptación.

GUIÓN Y PERSONAJES (Wesley Strick > James R. Webb)

El guión es otro de los factores determinantes en esta comparación, a pesar de que ambas son fieles a la estructura argumental de la novela escrita por John D. MacDonald.

Mientras que el guión de James R. Webb construye unos personajes planos y desprovistos de matices, Wesley Strick aprovecha los cimientos del libreto de 1962 y les incorpora una complejidad que enriquece enormemente la historia, sin alterar el desenlace. Aunque no aparezca en los créditos, es innegable la presencia de Martin Scorsese en la confección de un guión, en el que apreciamos algunas de sus mayores preocupaciones: el sentimiento de culpabilidad, la redención…

El Sam Bowden de 1962 es un personaje hecho a la medida de Gregory Peck: íntegro, honesto y fiel. En la película de Martin Scorsese, Sam Bowden es un personaje que actuó negligentemente en el pasado, provocando que Max Cady acabara con sus huesos en la cárcel; es un tipo cobarde que no pasa por su mejor momento; que engaña a su mujer, y no le presta demasiada atención a su hija… De este modo, el acoso infringido por Max Cady provoca que la familia Bowden se resquebraje en mil pedazos; la tensión narrativa no solo procede de un agente externo, sino también del interior de un matrimonio podrido, para el que Cady representa el infierno eterno o una última oportunidad para cicatrizar todas las heridas abiertas.

En las dos versiones cinematográficas , la figura de Max Cady es realmente temible y representa una amenaza difícil de ignorar. La diferencia está marcada por el tratamiento visual que le otorga cada director; «El Cabo del Miedo» hace salir victorioso a un Cady realmente aterrador, que parece sacado de la peor de las pesadillas de Sam Bowden.

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En cuanto a las personajes femeninos, la película dirigida por Thomson les otorga un protagonismo que sería casi testimonial si no fuera por su relevancia pasiva; es decir, Cady ataca a Sam indirectamente a través de su mujer y su hija. En la película de Scorsese, tanto madre como hija son mucho mas complejas y participativas, contribuyendo de manera activa a un mayor dramatismo de la historia.

ACTORES

Sam Bowden (Nolte > Peck): Acostumbrado a sus papeles de hombre honesto, valiente y honrado, Gregory Peck realiza una interpretación correcta, rutinaria, y con el piloto automático conectado. En cambio, Nick Nolte es capaz de expresar todos los matices y recovecos que Webb (guionista) incorpora a su personaje, convirtiendo a Sam Bowden en un personaje mucho mas complejo desde el punto de vista moral, y atractivo cinematográficamente hablando. Probablemente, Peck ni siquiera hubiera aceptado un papel con esas connotaciones; y si lo hubiera hecho, no hubiera sido capaz de igualar el trabajo de Nolte.

Max Cady (Mitchum = de Niro): los trabajos de Mitchum y de Niro son diferentes en función de la distinta orientación de ambas películas. Robert De Niro realiza una interpretación extrema y exagerada, pero muy efectiva; resulta terrorífico y aporta gran parte del tono pesadillesco que diferencia a «El Cabo del Miedo» de «El Cabo del Terror». Robert Mitchum realiza una interpretación mas contenida, pero consiguiendo su objetivo con la misma solvencia que de Niro; su mirada vuelve a ser determinante, supliendo el impacto del cuerpo tatuado del desmadrado Max Cady circa 1991.

Ante la irrelevancia de los personajes femeninos en la versión de los años 60, Jessica Lange y Juliette Lewis ganan en esta categoría por varios cuerpos de ventaja; ambas aportan un plus de calidad a la adaptación de Martin Scorsese, añadiendo una visión mas completa al conflicto y ampliando las posibilidades dramáticas del argumento.

DESENLACE («El Cabo del Terror» > «El Cabo del Miedo»)

Llegamos al apartado mas polémico de la comparación: la resolución del conflicto. En ambas películas debería representar el climax final, aquello que cada disputa verbal anterior y cada acontecimiento sospechoso llevan anticipando desde el inicio de la película. Y la verdad es que los dos largometrajes dan la talla en este apartado. Pero si tuviera que decantarme por uno, lo haría por el ejecutado por J. Lee Thomson; frente al estirado y rocambolesco desenlace concebido por Martin Scorsese, la secuencia final dirigida por Thomson es mas creíble y menos extravagante, lo cual facilita que el espectador se sienta más involucrado en los acontecimientos. El peso de estos planos finales descansa sobre los hombros de un soberbio Robert Mitchum que, sin caer en la caricatura, refleja su determinación para acabar con la familia Bowden a toda costa. Por el contrario, Scorsese se apoya en la técnica y el montaje más que en el saber hacer de sus actores, hecho que suaviza inesperadamente el impacto dramático de un desenlace tan incierto.

CONCLUSIÓN

Sintiéndolo mucho por mi venerado Mitchum, me decanto por la versión dirigida por Martin Scorsese; puede que sea debido a mi yo atormentado o simplemente porque disfruto viendo como Nick Nolte es acosado por un desmadrado Robert de Niro. Sea cual fuere la razón, si no habéis visto ninguna, os recomendaría que empezarais por «El Cabo del Miedo».

Carlos Fernández Castro

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2 Comentarios

  1. Carlos, realmente disfruté tu comparación de ambas películas. Yo también me quedo con la versión de 1991, y coincido plenamente con tu conclusión, sobre todo el siguiente pasaje «…simplemente porque disfruto viendo como Nick Nolte es acosado por un desmadrado Robert de Niro».

    Creo que esa es la clave de la película, disfrutar esa relación entre acosado y acosador dejando de lado la técnica y el lenguaje audiovisual utilizado. También por eso puedo decir que hasta llegué a no disfrutar el final, quizás porque me entristecía que la relación Nolte-De Niro estaba llegando a su fin.

    Saludos desde Argentina!

    • Un placer tenerte por aquí, Joaquin. La verdad es que son dos películas excelentes, pero como tú, me decanto por la segunda versión. Un abrazo muy fuerte, espero leerte nuevamente por estos lares. Saludos desde España.