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“Hollywood Pre-código 3ª parte” (1928-1934).

El año 1934 fue clave para el posterior desarrollo de la industria cinematográfica. Muchos fueron los factores que provocaron finalmente la implantación rigurosa del código Hays. En primer lugar, la situación económica de los estudios era más desahogada. Tras varios años de buenas taquillas y con una economía norteamericana mejorando paulatinamente bajo el mandato de Roosvelt, la situación volvía a ser parecida a la vivida antes del crack del 29. En segundo lugar, el público comenzó a darle la espalda a las películas que contravenían las normas del código. Especialmente en algunos estados muy conservadores existían grupos de presión fuertemente arraigados en la sociedad y que estaban hartos de la actitud adoptada por los estudios; las productoras ya no fingían que usaban el sexo únicamente para contar una historia. Este rechazo se noto especialmente en aquellos estados en los que existían grupos de presión conservadores que estaban fuertemente arraigados en la sociedad y a los que no gustaba la actitud adoptada por los estudios. Ejemplos de películas que debieron adaptarse a este nuevo contexto  son: “Tarzán y su compañera” y «Dr. Jekyll y Mr. Hide» . En la primera se tuvieron que rodar tres versiones distintas de la famosa escena en la que Tarzán se da un baño con Jane para adaptarla al  estado donde se fuera a proyectar: de menos a más ropa. En el segundo caso , se filmaron  igualmente tres versiones de una escena en la que el Doctor Jekyll se despide de una prostituta que esta metida en su cama y que esta moviendo la pierna provocativamente.

Pero sin duda fue la iglesia católica el mayor desencadenante del cumplimiento estricto del código, adoptando una postura muy beligerante contra lo que consideraron una “decadencia babilónica”. En Estados Unidos había por aquel entonces veinte millones de católicos. También en aquella época existía un fuerte ambiente antisemita y, dado que muchos de los primeros productores, directores y escritores de Hollywood eran judíos, se pensó que aquello era un complot para acabar con los valores de los cristianos. Las protestas alcanzaron su punto álgido en abril de 1934 con la aparición de la Legión de la Decencia Católica en la lucha contra aquella producción cinematográfica al margen de las normas de la decencia y la moral. Su objetivo fue desafiar abiertamente a la industria cinematográfica norteamericana. Todas las películas eran evaluadas y clasificadas por esta organización. Si tachaban una película de inmoral era un pecado que la viera un católico. Los sacerdotes recibieron órdenes de pronunciar sermones los domingos contra las películas prohibidas; durante la misa se pedía a los parroquianos que firmaran una carta y que, después del sermón, juraran que no irían a ver aquellas que habían sido prohibidas por la iglesia católica bajo pecado mortal. Más de tres millones de personas lo hicieron.

Aquello, por supuesto,  fue un desastre para los estudios porque se trataba de un alto porcentaje del público. En mayo de 1934 la Legión boicoteó todas las películas que se exhibían en Filadelfia. El hombre encargado en ese momento del Comité de Control era Joseph Breen que era un antiguo periodista y relaciones públicas de la Motion Picture Asociation. Hays lo había elegido para el puesto y no había valorado que era un fanático convencido de que todos en Hollywood eran unos pervertidos y estaban corrompiendo Norteamérica.Así que  ,habiendo jugado un papel hasta aquel entonces menor, cuando los estudios le  pidieron a Joseph Breen que acabara con el boicot, éste aprovechó y se apoderó de Hollywood. Insistió en que se aplicara rigurosamente el código de producción de 1930. Se creó una nueva identidad encargada de dar las certificaciones llamada la “ Production Code Administration» (PCA). Si no se conseguía el visto bueno de la oficina de Hays no se podía fijar una fecha de estreno. Eso fue utilizado para intimidar a todo el mundo. Nombraron a Green jefe de la PCA. Añadió un punto en el código:  el mal debía ser identificado claramente para así no poner en duda lo que el llamaba autoridad legalmente constituida.Fue una época de muchas tensiones. Una de las más sonadas fue la protagonizada por el director Van Dyke que propinó un puñetazo a Green porque la PCA exigía cambios en su comedia “ Cuando el diablo asomara?” . Finalmente Green ganó la batalla y modificaron las escenas de la película.

Sin duda una de las películas más afectadas por este nuevo poder de la PCA fue «King Kong». Estrenada en 1933 fue posteriormente reestrenada en cinco ocasiones y en cada una de ellas perdía metraje por obra de la censura. Una de las  escenas más famosas, cuando Kong le arranca la ropa a Fay Wray y la olfatea, viéndose que ella esta semidesnuda, fue modificada para no desobedecer lo estipulado en el código Hays. Otras escenas que se cortaron fueron aquellas en las que Kong mostraba una excesiva violencia, pisoteando a un hombre o comiéndose a otro. A pesar de tanta modificación la producción de RKO fue un tremendo éxito de taquilla.

Algunos críticos han visto de forma positiva la aplicación estricta del código ya que hacía que los directores y guionistas tuvieran que ser más sutiles y creativos. La comedia ligera no alcanzó la madurez hasta después de imponerse el código porque no se podía hacer la más mínima alusión  a las relaciones sexuales. Los personajes se desahogaban de sus frustraciones sexuales mediante un comportamiento excéntrico. Parece innegable que el mejor cine que se ha hecho en Hollywood se realizó durante los años 40 y 50; directores como Hitchcock, Hawks, Ford, Welles, Lubitsch, Wilder, Cukor etc..  posiblemente deban a la censura, indirectamente, parte del mérito de sus obras.

Los años de la época precódigo supusieron que los realizadores pudieran disfrutar de total libertad, hablaran de la realidad de aquella generación norteamericana, de cambios tecnológicos, de revuelo social y todo se reflejó en las películas. Pese a que la motivación no fuera otra que la de lograr llevar al público a las salas de cine y en muchas ocasiones se lograra mediante un sensacionalismo exagerado, no dejan de ser películas que, en muchos casos, son muy divertidas y llenas de energía y vitalidad. Sin duda fue la época más intrépida de Hollywood.

Poco a poco con el paso de los años y los cambios sociales que iban teniendo lugar, la aplicación del código se fue relajando hasta su total desaparición en el año  1967 en el que se instauró el actual sistema de clasificación por edades.

David Rubio Lucas

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