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Reflexiones sobre “Blade Runner” (1982 Director’s Cut): de fracaso en taquilla a película de culto

Es curioso cómo algunas películas que en su momento fueron un monumental fracaso, con el paso del tiempo se convierten en clásicos indiscutibles del Séptimo Arte. Es exactamente lo que ocurrió con “Blade Runner”. Aun habiendo sido interpretada por un actor en alza y dirigida por un cineasta muy bien considerado en sus inicios, fue ignorada por la taquilla de una manera desconcertante. Me explicaré. Harrison Ford acababa de protagonizar dos súper taquillazos como “La Guerra de las Galaxias” (1980) de George Lucas y “En Busca del Arca Perdida” (1981) de Steven Spielberg; indiscutiblemente era el actor del momento. Ridley Scott asombró propios y extraños con dos obras de la categoría de “Los Duelistas” (1977) y “Alien, el Octavo Pasajero” (1979), erigiéndose como uno de los cineastas emergentes de finales de los 70.

Parece ser que 1982 no era un buen momento para que “Blade Runner” calara en los espectadores de una década dominada por las superproducciones palomiteras y en la que los directores echaron a perder todo el poder que habían conseguido en los 70. La libertad creativa se había ido al garete, ya que los productores no volvieron a soltar este poder viendo las terribles consecuencias que tenía dar rienda suelta  a mentes tan volátiles como la de un director de cine genial. Afortunadamente, por aquel entonces Ridley Scott era un director repleto de ideas para salvar escasez presupuestaria a la que se iba a enfrentar «Blade Runner», provocada por un argumento medio filosófico, medio existencial, que pocos querían financiar.

Lo que Scott plantea en su película podría ser trasladado perfectamente a los sentimientos que muchos seres humanos experimentan al pensar que su destino está escrito. Pero en el caso de los Nexus 6, se trata de una muerte programada, una existencia con fecha de caducidad. Al ver la película una y otra vez, hay un pensamiento que no podemos eludir: ¿cómo me sentiría si supiera exactamente cuándo voy a morir? ¿haría algo para evitarlo? Precisamente ésta es una de las cualidades de la novela de Philip K. Dick; en ella no hay buenos ni malos, hay una lucha feroz por la superviviencia y el deseo de trascender. Esta circunstancia dota a la película de una nueva dimensión. Pero a pesar de no poder culpar a los replicantes de sus actos desesperados, nos ponemos del lado de Deckard. Podríamos culpar a la industria que construye esos engendros dotados de una peligrosa inteligencia artificial y sentimientos, pero decidimos apoyar a los nuestros, a los seres humanos.

Al final Scott y sus guionistas ponen las cosas en su sitio. Según algunos, entre los que me encuentro, el último plano deja claro que Deckard es un replicante, echando por tierra los sentimientos de rechazo que a lo largo de la película muchos sienten hacia los Nexus 6, y obligándonos a un replanteamiento de los acontecimientos que hemos presenciado. ¿A caso no buscamos nosotros posponer nuestra fecha de caducidad a través de la medicina, ante la desesperación del final de nuestra existencia? Probablemente este fuera el gran problema de «Blade Runner» en su momento: la angustia existencialista estaba muy lejos de las mentes, que conformaban una sociedad obsesionada con el placer inmediato.

La dirección de Ridley Scott alcanza unas cotas de perfección que nada tienen que ver con sus últimos 25 años de trabajos mediocres. La atmósfera que construye desde el principio es determinante para provocar en el espectador un estado de ánimo idóneo para disfrutar pausadamente de cada uno de los detalles que inundan el metraje de esta película. Un futuro frío, lleno de luces artificiales, mojado por una lluvia incesante y globalizado hasta la saciedad, y un personaje como Deckard, solitario, sin ilusiones, que vive el día a día sin saber como acabará sus días…o ¿tal vez sí lo sabe?

El guión de David Peoples (Sin Perdón) y Darryl Ponicsan (El Último Deber), basándose libremente en la novela corta de Phillip K. Dick «¿Sueñan los Androides con Ovejas Eléctricas?», crea unos personajes muy carismáticos e inolvidables. Roy Batty (Rutger Hauer), jefe de los Nexus 6, perseguido por Deckard (Harrison Ford), el blade runner más experimentado; J. F. Sebastian (William Sanderson), entrañable personaje capaz de entender la angustia de los replicantes, ya que sufre una enfermedad degenerativa por la que envejece vertiginosamente; Gaff (Edward James Olmos), misterioso personaje cuya participación es mínima, pero clave para entender la película.

Afortunadamente, el tiempo ha hecho justicia a esta obra maestra y a día de hoy es considerada una de las mejores obras de ciencia ficción de todos los tiempos.  Su estética vanguardista; un diseño de producción que, una vez visto, es imposible de olvidar; una mundo repleto de luces, pero sobre todo de sombras, como cada uno de sus habitantes; una realidad llena de contradicciones, no solo en los personajes que la habitan, sino en la interpretación que el espectador hace de los sucesos que acontecen en ella. Para la historia queda ese apoteósico e imprevisible desenlace, rematado por un plano y un discurso final ya legendarios. Todos estos elementos hacen de «Blade Runner» una obra maestra absoluta de obligado visionado y revisionado.

Nota: 10

Dirección: Ridley Scott

Guión: David Peoples, Hampton Fancher (Novela: Philip K. Dick)

Reparto: Harrison Ford, Sean Young, Rutger Hauer, Edward James Olmos

Fotografía: Jordan S. Cronenweth

Música: Vangelis

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Carlos Fernández Castro

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6 Comentarios

  1. No he podido ver (aún) Blade Runner en la gran pantalla. Sí, lo se, no se lo que me pierdo. Pero, para todos aquellos incondicionales de esta peli, y veo Carlos que estás entre ellos, es indispensable que veaís la edición en Blu-Ray. Sencillamente impresionante.

  2. Excelente disección, compa Carlos; yendo a lo esencial y glosando los aspectos más importantes de una obra, sin ningún género de dudas, importantísima, y no solo para su género, sino para el cine visto globalmente.

    Un fuerte abrazo y buena tarde.

    P.S. felicidades por tu blog, que no sigo todo lo que quisiera; te incorporo a mi lista de enlaces, cómo no…

    • Un auténtico honor Manuel; la incorporación a la lista de enlaces ya es mutua. Yo tampoco tengo mucho tiempo de leer todo lo que me gustaría, pero desde luego que leerte a ti es siempre una auténtica delicia y una forma de aprender.

      Gracias Manuel, un abrazo.

  3. Últimamente he estado pensando en Blade Runner y conversando con alguien muy cercano, aficionado a la ciencia ficción y cuya película favorita es precisamente la de Ridley Scott, cuando yo le decía que a mí me gustaba mucho como policial, él me contestaba que nunca la había pensado en esa clave.
    Entonces en primer lugar eso: creo que Blade Runner es una de las mejores películas de la historia porque condensa a la perfección dos géneros tan emblemáticos del cine universal.
    Y otra cosa que no quería dejar de plantear es que después de Blade Runner no hay 25 años de obras mediocres de Ridley Scott. Si bien hay muchas que pueden verse como mediocres comparadas con las mejores de su autoría, hay muchas posteriores a Blade Runner que son espléndidas, paso a enumerarlas (por lo menos las que yo rescato):
    -La sombra del testigo (1987): un policial redondo que atrapa y está bellamente narrado.
    -Lluvia negra (1989): ufff, que película… también policial, a mi juicio compite en maestría narrativa con Blade Runner.
    -1492: La conquista del paraíso (1992): no hay palabras para describir una obra tan majestuosa y monumental como esta.
    -Gladiador (2000): otra obra maestra que no necesita comentarios.
    -Hannibal (2001): yo rescato la mirada de Ridley Scott del asesino más famoso del cine policial, es un film interesantísimo del género.
    Reconozco que a partir de entonces, la calidad de su cine ha bajado, me cuesta encontrar buenas películas en sus últimos 10 años, rescato su versión de Robin Hood, que me pareció muy buena. Hay más películas en su haber en los últimos 25 años, que no mencioné porque no tengo tan frescas, o porque no son de los géneros que más me interesan. Pero en fin, quería salvar lo que consideré una injusticia con a mi entender uno de los mejores directores del cine contemporáneo.
    Creo que la crítica de cine también es un espacio propicio para el disenso y un excelente escenario para la discusión argumentativa siempre respetuosa. Me alegro de que existan blogs tan buenos e interesantes como Bandeja Plata. Un saludo!

  4. Enhorabuena, quiero saber más sobre B.R. padre!