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Código Fuente (Source Code) (2011)

Nota: 7

Dirección: Duncan Jones

Guión: Billy Ray, Ben Ripley

Reparto: Jake Gyllenhaal, Vera Farmiga, Michelle Monaghan, Jeffrey Wright, Russell Peters

Fotografía: Don Burgess

EN POCAS PALABRAS (para los impacientes)

Despiertas en un tren. Frente a ti se encuentra una persona a la que no has visto en tu vida hablándote como si te conociera de siempre. Descubres que físicamente no tienes nada que ver con lo que recordabas, es decir, estás ocupando otro cuerpo. Y lo peor de todo, en ocho minutos tienes que salvarle la vida a cientos de personas… ¡Que estrés!

Así es el comienzo de la nueva película de Duncan Jones. Empieza fuerte, ¿verdad? Desde luego, el sueñecito mañanero mientras esperaba a que comenzara el metraje pasó a ser adrenalina pura tras cinco minutos de visionado, gracias al ritmo frenético y tan alabado de la película. Pese a todo, sentí que no había cumplido mis expectativas. ¿Será porque su director dejó el listón muy alto con «Moon»?

SI QUIEREN PROFUNDIZAR…

Argumento: El capitan Colter Stevens (Jake Gyllenhaal), un joven soldado estadounidense, se sorprende despertando en un tren y parece estar viviendo una pesadilla; no tiene la menor idea de lo que está pasando. Entonces, tras ocho minutos, el tren en el que viaja explota y todos mueren. No se asusten, esto es solo el principio. Colter Stevens está siendo utilizado para cumplir con un programa de simulación avanzada del gobierno en el que tiene la obligación de detener al terrorista que viaja en ese tren. Por supuesto, esto se consigue metiéndolo una y otra vez en el mismo escenario de la explosión. A partir de este momento y con la información que te muestra la película, siempre a su debido tiempo, comienzas a tomar notas internas para resolver el entuerto como si también pudieramos desactivar bombas y convertirnos en héroes nacionales.

Aunque la misma escena se repite una y otra vez durante la hora y media que dura «Código Fuente», no se hace repetitiva. Al contrario, es dinámica y ágil. Esto se debe a que alterna la realidad paralela con la actual y se va descubriendo poco a poco al personaje y su misión, siguiendo siempre el mismo ritmo narrativo, por lo que no se puede decir que la película alcance un clímax. Pero no es solo gracias al ritmo por lo que no desconectas de la historia; Jake Gyllenhaal también  tiene mucho que ver. La interpretación es sobresaliente y el director consigue que te intereses por el personaje, que te sientas conectado a él de alguna manera y sigas sus pasos con los ojos bien abiertos. A medida que la película evoluciona, se observa el deterioro, la decadencia y el desasosiego del protagonista, relacionado sobre todo con el hecho de que está siendo manejado cual marioneta. Este tema parece ser un denominador común en las películas de Jones. ¿Estará esto relacionado con la visión que tiene el director del mundo en el que vivimos? Yo más bien lo veo como una crítica hacia el patriotismo radical que impregna el cerebro de muchas mentes calenturientas de sus vecinos americanos.

En el instante en el que comienza el film, te das cuenta de que no tiene nada que ver con «Moon», anterior y primera película de este director. Obviamente, y entre otras cosas, porque el guión nos es suyo; esta vez es obra y gracia de los guionistas Ben Ripley y Billy Ray, pero claro está que Jones se siente muy atraído hacia este tipo de historias. La armonía, la sencillez, y la inteligencia oculta que mostraba en su opera prima, están enterradas a dos metros bajo tierra en «Código Fuente». Se debe rascar mucho para poder percibirlas. Un ritmo tan rápido, si se me permite decirlo, te concede un deleite y un aprecio mucho menor. Quizás me he dejado engañar por los efectos especiales, las explosiones, las muertes fortuitas, y no he podido ver la verdadera esencia de la película que, tras unas cuantas preguntas al director, os aseguro que la tiene. Es por eso por lo que creo que la película es un arma de doble filo, que puede ser disfrutada tanto porcinéfilos recalcitrantes como por amantes del cine palomitero. Aquello que quiere transmitir el director sobre la doble cara de sus personajes, la ambiguedad del ser humano, la oligarquía actual, el deseo de escapar de la realidad en la que vivimos, etc, son mensajes que quedan sepultados en demasiados planos ostentosos.

Aunque, escondidas o expuestas, las dos películas guardan determinadas similitudes, hay una diferencia enorme entre ellas: el presupuesto. Parece ser que la falta de éste hace que pongas en marcha el coco. Desgraciadamente, esta vez no es el caso. A los que vayan a ver la película pensando que lo que van a encontrar sigue la línea de «Moon», están a tiempo de rectificar. Y el que avisa, no es traidor…

Duncan Jones nos habla de «Código Fuente»

Mar Molero

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4 Comentarios

  1. Traidora en este caso…

    Puf, me has metido el miedo en el cuerpo, yo pensaba que iría más en la línea de «Moon». Como bien definías: sencilla, inteligente, armoniosa. En suma, serena.

    Por cierto, no os da la impresión de que de tantas pelis que ha sacado en los últimos años Jake Gyllenhaal, ya casi sabemos decir su nombre…

  2. Pues sí Peluca, desde mi punto de vista no tienen nada que ver la una con la otra… De todas maneras, te animo a que vayas a verla a ver si compartimos la misma opinión…

    Si te soy sincera, no estoy muy segura de cómo se pronuncia ese apellido… 😉

    • Mi más sincera y profunda enhorabuena señora Galán, no deja usted de sorprenderme dia a dia sacando de esa cabecita ideas y conclusiones tan buenas como esta critica.¿Hay algo q usted no sepa hacer?
      Un abrazo.

  3. Me ha gustado.

    El capitan Stevens vivirá decenas de vidas en otros tantos universos paralelos, como en un relato de Borges.
    Eso sí, no siempre despertarán junto a la guapa.

    Ah, y el día que se reencarne en programador, por favor, que pida que lo traigan de vuelta, el que puede.