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Carretera Perdida (Lost Highway) (1997)

 

Nota: 10

 Dirección: David Lynch

 Guión: David Lynch y Barry Gifford

 Reparto: Bill Pullman, Patricia Arquette, Balthazar Getty, Robert Blake, Robert Loggia.

Fotografía: Peter Deming

“…y quiero que cumplas las malditas reglas…”

Ver una obra de David Lynch es una experiencia que jamás se olvida, para bien o para mal según a quien preguntemos. Ésta en concreto, exige un nivel de concentración superior al que utilizamos para ver una película de estructura convencional. Si bien requiere un mayor esfuerzo por parte de quien la esta visionando, también es cierto que la recompensa obtenida puede llegar a ser muy superior a la media. En definitiva, una de las obras cumbre del cine de los 90.

“Carretera Perdida” es una película que quedó grabada en mi retina la primera vez que la vi. Quedé fascinado por las sensaciones que me provocaron sus planos, su música, su atmósfera, su estética, aun no comprendiendo muy bien qué me estaba contando. Me atrapó de tal manera que, inconscientemente, no fui capaz de intentar entenderla según transcurrían los minutos. Perdí el hilo argumental a mitad de metraje de forma absolutamente consciente y aun así, salí del cine satisfecho y con la sensación de haber visto una obra apasionante. Para los que se hayan asustado con estos comentarios, diré que en sucesivos visionados fui capaz de ir desenmarañando el guión, a la vez que disfrutándola cada vez mas. Y a día de hoy, sigo viviéndola con la misma intensidad y creo que comprendo gran parte de la misma, aunque ¿es eso posible?

Algunos la califican de marcianada por no seguir un hilo argumental lineal o carecer de una lógica inmediata. En mi opinión, para disfrutar de esta obra hay que estar predispuesto a ignorar las reglas del cine tradicional y abrir nuestra mente a nuevas posibilidades narrativas. En una de las secuencias de la cinta, correspondiente a una persecución de coches, quiero entender que Lynch adopta la personalidad del conductor que es apaleado por el  temible y violento Mr Eddy (Robert Loggia), por no haber observado las reglas de tráfico. A cambio de no matarle, le exige que prometa comprar un manual de conducción y que cumpla  las “malditas reglas”. Parece que quiera adivinar la posible reacción del público al ver su obra, aunque probablemente Lynch se reiría de mi si un personaje de Woody Allen, totalmente en desacuerdo conmigo, me llevara ante él para explicarle mi teoría, emulando el famoso plano de  «Annie Hall»

«Me gusta recordar las cosas a mi manera, no necesariamente tal y como sucedieron»

Es imposible explicar el argumento de esta película de manera escueta, así que dedicaré un apartado final para este menester. Aun así, podríamos resumirlo de la siguiente manera. “Carretera Perdida” contiene dos películas absolutamente conectadas entre si. Lynch juega con los géneros cinematográficos, ofreciéndonos una primera parte en clave de cine de terror y una segunda parte en clave de cine negro.

La primera trata sobre la relación Fred y Renee, un matrimonio en horas bajas. Un buen día suena el telefonillo de la vivienda de los Madison, Fred responde y escucha la siguiente frase de su interlocutor: “Dick Laurent ha muerto”. A este suceso le siguen una serie de acontecimientos igualmente bizarros, tales como que en dos días consecutivos Renee recoja de las escaleras del porche, junto al periódico, sendas cintas de video con imágenes grabadas de su vivienda, desde fuera y desde dentro. Todo esto, junto a los celos enfermizos de Fred hacia Renee y el miedo que ella siente hacia su marido hacen que la situación sea insostenible. Llaman a la policía para que investiguen el suceso y ante la ausencia de pruebas los agentes prometen estar al tanto. Esa misma noche acuden a la fiesta de un antiguo amigo de Renee y algo muy extraño sucede.

En la segunda parte, el joven Pete despierta inexplicablemente en la celda de una cárcel, en la cual debería haber otra persona. No recuerda nada. Al no haber cargos contra él, es puesto en libertad. Trabaja en un taller de coches, cuyo cliente más importante, un mafioso llamado Mr Eddy, solo quiere ser atendido por él. Un día Pete conoce a su espectacular chica, Alice, y queda prendado de ella, siendo consciente de los problemas que ello puede acarrear. Siguen adelante con la relación y Mr Eddy empieza a sospechar, por lo que Alice propone a Pete robar a un conocido suyo y huir para poder estar juntos y empezar una nueva vida. Pero todo se complica.

Aspectos Técnicos

Lynch demuestra un gran poder visual en cada uno de sus planos, exprimiendo al máximo las herramientas que otorga el medio cinematográfico para conseguirlo. Sabe qué quiere mostrar en cada momento y para ello se ayuda de un equipo técnico que traduce a la perfección sus ideas. Esto lo vemos reflejado en la fotografía, en el diseño de producción, las localizaciones y la elección de la música.

En la Dirección de Fotografía, Peter Deming (habitual colaborador de Lynch), pone al servicio de «Carretera Perdida» todo su talento. Utiliza una iluminación tenue y colores predominantemente apagados para la primera parte de la película, que nos muestra una relación ahogada en los celos, la desconfianza y amenazada por algo que tanto el matrimonio protagonista como el espectador desconoce. En la segunda mitad del metraje cambia de estilo. Utiliza colores vivos y una iluminación más potente, ya que, al contrario que ocurre anteriormente, la acción se desarrolla en exteriores y tiene un tono aparentemente más positivo.

La localización de la acción es también usada hábilmente por el director para manipular el estado de ánimo del espectador. Encierra a Fred y Renee en su casa y desarrolla su relación casi íntegramente en el interior de la misma. Paredes desnudas y pasillos interminables iluminados de manera minimalista, dando la sensación, en ocasiones, de ser laberintos a ninguna parte. Lynch sabe jugar muy bien sus cartas y utiliza la oscuridad en este entorno para provocar miedo e incertidumbre. Esta sensación la experimentamos en una secuencia especialmente tensa, en la que Fred camina por un pasillo cada vez menos iluminado, hasta llegar un momento en que no puede adivinar qué hay al otro lado. En el tramo argumental dedicado a Pete y Alice sitúa la acción fundamentalmente en exteriores, sin dar totalmente de lado los interiores opresivos, para recordarnos que, de manera aparentemente menos evidente, hay un algo desconocido que amenaza a nuestro protagonista, como ocurría con Fred.

La música es un recurso al que David Lynch siempre ha dado una importancia enorme. Lo podemos ver en «Terciopelo Azul» (Blue Velvet) con la presencia omnipresente de la canción homónima de Bobby Vinton o en «Corazón Salvaje» (Wild at Heart) con una cuidada selección musical, cuyas canciones reflejan continuamente el momento vital de los personajes. Al igual que en estas obras, en «Carretera Perdida» encontramos canciones preexistentes y material original de su colaborador habitual Angelo Badalamenti, que domina el primer tercio del metraje. Abriendo los títulos de crédito y cerrando la película suena «Im deranged» de David Bowie, que marca de manera rotunda la atmósfera reinante a lo largo de la cinta. Posteriormente escuchamos cortes de Lou Reed en la presentación al espectador de la despampanante Alice,  Rammstein durante el robo en la casa del director de cine porno, Marilynn Manson cuando Alice recuerda cómo conoció a Mr Eddy y un largo etcétera, siempre sonando muy apropiadas e inolvidablemente ligadas a cada plano que enriquecen.

Reparto

El reparto en esta obra es uno de los factores clave en el éxito de la misma. A priori, desconcertante la elección de Bill Pullman como protagonista, en un papel opuesto a todo lo que había interpretado anteriormente. Jamás hubiese imaginado el potencial de este actor, lo cual me ratifica el instinto de David Lynch en cuanto a elección de intérpretes se refiere. Las miradas de Pullman rezuman deseo y celos hacia Renee en la secuencia en que ésta le dice que se va a quedar en casa para leer. Patricia Arquette demuestra una gran versatilidad, interpretando a dos mujeres de un perfil ligeramente diferenciado. En su papel como Renee, puedes sentir el miedo en su mirada cada vez que habla con su marido; percibes que esta ausente, ante la imposibilidad de mejorar su relación. En cambio, cuando interpreta a Alice, cambia de registro y nos regala una de las mejores femme fatale que yo recuerde en los últimos tiempos. Balthazar Getty da la talla, aportando la frescura e inocencia necesaria para su personaje. Y por ultimo Robert Loggia, que nos deja una serie de momentos antológicos entre los que se encuentra el momento en que aparece por primera vez en pantalla saludando a Pete, preguntándole que tal le va y ofreciéndole su ayuda en el caso que alguien le este molestando: «Qué pasa Pete, ¿Alguien te ha dado problemas? Porque si alguien te da problemas, me puedo ocupar así (chasquido de dedos)». Creedme, muy convincente; enseguida sabes que tipo de persona es.

El Plano

Mi plano favorito de «Carretera Perdida» es un plano rodado con grúa en el que vemos a Pete tumbado en una hamaca en el jardín. La cámara le observa desde arriba para ir aproximándose a él lentamente al ritmo de una partitura de piano de Angelo Badalamenti. Se levanta, camina hacia el muro que separa su casa del jardín del vecino, se apoya en el y mira sosegadamente una piscina de plástico que hay al otro lado con un barquito flotando. Se trata de su retorno a casa después de haber salido de la cárcel y nos muestra un personaje desconcertado y que parece mirar el mundo con la inocencia de un niño de seis años.

«Dick Laurent ha muerto»

SPOILER. Quien no haya visto la película, por favor que no lea las siguientes líneas, ya que son la clave, según mi interpretación, de lo que sucede en ella. He decidido escribir este último párrafo debido a las muchas versiones y numerosas dificultades que muchos espectadores encuentran a la hora de interpretar el argumento. Espero poder ayudar a alguien.

Fred Madison esta en la cárcel y ha sido condenado a la silla eléctrica por haber asesinado a su mujer. En su mente esta recordando como ha llegado a esa situación y no reconoce haber matado a Renee, a causa de los celos que su supuesta infidelidad con el anfitrión de la fiesta le producen A pesar de sus esfuerzos, no consigue engañarse a si mismo, ya que su conciencia, en forma de imágenes grabadas en cintas de video y del personaje que interpreta Robert Blake, le recuerda que él es el autor del crimen. En la cárcel de nuevo, sufre una fuga psicogénica (este dato es reconocido por David Lynch y es fruto de su obsesión por el juicio de O.J. Simpsom) y en su mente se ha convertido en Pete para recordar los eventos sucedidos a su manera y no como ocurrieron. El problema es que ni siquiera de esta manera consigue huir de sus demonios y vuelve a tropezar con las mismas piedras. En esta fuga vuelve a conocer a Renee, transformada en Alice, viviendo con ella una historia de amor como la que le hubiera gustado vivir con Renee. Aprovecha para matar a los causantes de que su relación no funcione como el quiere. Casualmente los responsables de esto son el director de cine porno (anfitrión en la fiesta /director de cine porno) y Mr Eddie/Dick Laurent (productor de cine porno/mafioso), personajes presentes en ambas versiones de los sucedido. Al llegar a la cabaña del perito, vuelve a tomar conciencia de ser Fred y de que su fuga mental no ha servido para desterrar la realidad de su cabeza. A causa de estos asesinatos es perseguido por la policía, y en su huida, para en la puerta de su casa y habla consigo mismo por el telefonillo diciendo que Dick Laurent ha muerto. Continúa su huida en coche, todo esto en su mente, y de repente empieza a sufrir unos espasmos, probablemente provocados por el accionamiento de la silla eléctrica. FIN SPOILER.

Soy consciente de que hay cabos sueltos en mi teoría, así que quien quiera, puede contribuir y arrojar un poco de luz sobre el argumento de esta auténtica obra maestra del séptimo arte. Tan solo un consejo, citando al propio David Lynch: “no entiendo por qué el público espera que el arte tenga sentido cuando acepta que la vida no lo tiene”

Carlos Fernández Castro

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5 Comentarios

  1. tengo el postre en la boca, y he vuelto corriendo para leer el estudio….Creo que una vez más ,los logros del autor del mismo son concentrar la esencia de la pelicula y lo que provoca en el autor/espectador, son tangibles todos los comentarios, y entiendo que compartibles por el resto de los que hemos visto la película.
    Efectivamente, empezando por el contenido, Bill Pulman tiene ese conflicto profundo de celos, está fuera del mundo de ella como se aprecia claramente en la fiesta del principio, y sus odios hacia el productor de porno.Es muy interesante como el personaje de Alice/Reneé le explica sus comienzos en ese oscuro mundo justo en la segunda parte , como haciendo un pliego de descargo de culpa.Asimismo, se sugiere un problema de castración psicológica en la relación sexual entre el matrimonio por la inseguridad de la indifelidad, que en mi opinión está relacionado con el paroxismo de él al saxo, así como los comentarios en el desierto «aún te deseo», personalmente creo que esa motivación es tan fuerte como los celos en el drama, como se aprecia de la segunda parte en la que la dimensión sexual de Alice es más presente(filmación en la pantalla).
    Detalle el recordatorio en el taller de la música de saxo en la radio que al alter ego de Fred le hace doler la cabeza, recordándole un aspecto de su identidad de la que quiere evadirse.
    Muy interesante el comentario de las convulsiones y en particular la toma del joven que se menciona también a mi me ha parecido impresionante Ghetty muy bien.

  2. para uno no da.
    Efectivamente sea una alegoría de la pérdida de la inocencia del protagonista.
    Impresionantes planos cortos de labios y ojos de femme fatale de la Arquette, una oda a la esencia del cine negro y del papel preponderante de la mujer en ese tipo de tramas, yo creo, además de corte muy clasicista, incluso en la historia chico humilde se enamora de chica del gangster.
    formalmente, casi puedo oir el frufru de la moqueta de esa casa acojonante, me interesa mucho la estructura de las escenas entre los dos en ese escenario , son muy teatrales, con mutis por el foro literales( un escenario básico, salón + dormitorio) cuando hablan y están en diferentes habitaciones es como ver teatro , lo he disfrutado mucho.Hasta los muebles tipo Ikea dan miedo, esos pasillos, la cortina , a veces el espectador se siente en un laberinto para ratones de pesadilla, por eso, mi escena favorita es la toma en la que sale humo en un plano fijo del piso de abajo y que me recuerda mucho a la famosa de la sangre de El Resplandor, por lo menos mis sensaciones han sido las mismas.
    In teresante el enlace de los coches, cuando lo roban al productor muerto es el mismo coche rojo en el que vuelven de la fiesta del principio, sería interesante profundizar en las escenas de la prisión , si tienen entidad por sí mismas o son meramente de transición.Gracias por el estudio.

    • clac, clac, clac (onomatopeya de aplausos) Sí señor, parece que has visto la película con los cinco sentidos y le has robado el sexto a Haley Joel Osment. Me parece muy interesante y muy bien expresada tu apreciación sobre la relación de Fred con su saxo, como una forma de expresar su impotencia, tanto afectiva como sexual, hacia Renee. En cuanto a tu comentario respecto al coche rojo, me fijaré la próxima vez, porque ni siquiera después de haberla visto 6 o 7 veces he reparado en el detalle, lo cual indica lo trabajada que esta la película y la cantidad de información que nos inserta Lynch en cualquier recobeco inexplorado de la cinta. Gracias de nuevo por enriquecer nuestros contenidos de esta manera.

  3. Dejaré un momento mágico de esta película para no aburriros con mi pasión hacia LYNCH, La respuesta de Patricia Arquette a Bill Pullman haciendo el amor en el desierto con el tema «Song from the sirens» de fondo es sobrecogedora………» nunca me tendrás».

    En mi opinión David Lynch les da a los actores un master en psicología para sacar de ellos lo que nadie se atreve, es un maestro.

    • Absolutamente de acuerdo Speedisima. Que grande Lynch!!! «Nunca me tendrás»……ni siquiera en otra vida paralela, añadiría yo, aunque estas palabras no salgan de su boca.
      No serías capaz de aburrirnos con tu pasión por Lynch, ya que le adoramos; así que te invito a que la compartas con nosotros. Las mañanas en el trabajo…eso sí es aburrido!!