Frío en Julio (Cold in July) ) (2014)
Nota: 6,5
Dirección: Jim Mickle
Guión: Jim Mickle, Nick Damici (Novela: Joe R. Lansdale)
Reparto: Michael C. Hall, Sam Shepard, Don Johnson, Vinessa Shaw, Nick Damici, Wyatt Russell
Fotografía: Ryan Samul
Duración: 109 Min.
Los ejercicios de estilo están de moda. Tanto que en ocasiones son utilizados como excusa para la confección de guiones descuidados o sencillamente poco trabajados. La última película de Jim Mickle parece tan cómoda repitiendo fórmulas del pasado, que en ocasiones se abandona al deja vu y descuida sus obligaciones de thriller: mantener la tensión y profundizar en las motivaciones de los personajes.
Sin embargo, sería injusto despreciar las loables intenciones de ‘Frío en Julio’. Mickle plantea una película mutante que en cada momento ofrece una versión diferente de sí misma. Si en un principio creemos estar ante un drama familiar, acto seguido nos vemos inmersos en la típica historia de venganza en la que una familia es acosada por un psicópata implacable. O lo que es lo mismo: un padre de familia normal y corriente mata en defensa propia a un delincuente que ha allanado su morada. El fallecido resulta ser el hijo de un peligroso ex-presidiario que jura vengar su muerte. Hasta aquí, como diría Enrique Bunbury: «siempre es la misma función, el mismo espectador».
Cuando la sombra de ‘El Cabo del Miedo’ empieza a resultar demasiado alargada, Mickle ejecuta un brillante giro de guión que reubica su película en un contexto tan imprevisto como estimulante. El festival de lugares comunes que satura el planteamiento del film, desemboca en una situación repleta de posibilidades: los protagonistas cambian inesperadamente de rol, el espectador pierde el control de la situación, y un personaje nuevo hace acto de presencia prometiendo elevar ‘Frío en Julio’ a un nivel superior.
Por alguna razón, el director parece bloquearse ante un panorama tan aparentemente prometedor. El enorme potencial de su guión pierde fuerza a medida que sus puntos fuertes son desaprovechados sistemáticamente: el atractivo trío de ases formado por Hall, Shepard, y Johnson no acaba de entrar en calor, y las nuevas motivaciones del protagonista transmiten poca credibilidad. Como no podía ser de otra manera, la identificación del espectador se desvanece, y el thriller empieza a sentirse incómodo en su nuevo disfraz de película de acción.
La peligrosidad de la maniobra es evidente: Mickle redistribuye el peso de la narración, reasignando el protagonismo de la película. De repente, el ritmo decae y las relaciones entre el trío protagonista no acaban de adquirir la consistencia necesaria para consolidar el nuevo rumbo del film. Afortunadamente, las interpretaciones de Michael C. Hall y Sam Shepard y el deslumbrante estilo visual de Mickle evitan el descalabro pero no así la desvinculación emocional del espectador.
Con cada nuevo proyecto Jim Mickle apunta maneras de buen cineasta. ‘Frío en Julio’ es irregular, pero ofrece suficientes alicientes para mantener la atención del espectador en todo momento. Quizás una mayor profundización en el desarrollo de los personajes hubiera dotado de mayor solidez al tercio final de la película. No obstante, se ve con agrado y anuncia un futuro esperanzador para su joven director.
Carlos Fernández Castro
