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Irrational Man (2015)

Irrational manNota: 7,5

Dirección: Woody Allen

Guión: Woody Allen

Reparto: Emma Stone, Joaquin Phoenix, Parker Posey, Jaime Blackley, Ethan Philips, Julie Ann Dawson

Fotografía: Dariusz Khondji

Duración: 96 Min.

Un hombre irracional es aquel cuyos actos son opuestos a lo que dicta la razón, es decir, más fruto de un impulso que del cerebro. Sin embargo, la última película de Woody Allen es el resultado de la combinación perfecta entre el instinto y el oficio de un director  sometido al aburguesamiento de su talento. Como siempre, las siestas demasiado prolongadas son sucedidas por despertares perezosos o lentas agonías. En este caso, prefiero pensar que asistimos a la resurrección de un genio, y no a sus últimos coletazos.

Tras visionar ‘Irrational Man’, es fácil encontrar numerosos motivos para mantener la esperanza en el cine de Woody Allen. En ella, el director aborda algunas de sus reflexiones más recurrentes (Delitos y faltas, Match Point) y tormentosas en los mejores momentos de sus carrera: ¿puede justificarse de alguna manera la comisión de un asesinato? El cineasta neoyorquino parece sentirse como pez en el agua al plantear semejante dilema, tan complejo y relativo que bien puede ser resuelto desde el punto de vista de la moral como desde el de la filosofía, arrojando conclusiones diametralmente opuestas.

Joaquin Phoenix y Emma Stone en Irrational Man

Tampoco encontramos rastro de la pasividad que lastraba sus últimos guiones (Magia a la Luz de la Luna, Blue Jasmine, A Roma con Amor…). Allen toma las riendas de su creatividad y se atreve a juguetear con los géneros, firmando dos películas de un admirable nivel en un mismo metraje. Durante la primera mitad, recurre a la comedia romántica para presentar a los personajes y preparar el magistral punto de inflexión, que posteriormente transforma ‘Irrational Man’ en una fascinante historia de intriga. Ni siquiera el sempiterno «chico conoce a chica» observa los parámetros habituales: una joven y atractiva universitaria, felizmente emparejada con un apuesto adolescente, bebe los vientos por su nuevo profesor de filosofía, que está de vuelta de todo, tiene un físico similar al de Homer Simpson, y se niega a sucumbir a los encantos de su alumna más aventajada… De repente, la parte irracional que toda mente humana contiene en su interior, irrumpe en escena.

Atrás quedaron los personajes escritos en piloto automático. Como era de esperar, Allen aprovecha la versatilidad de Joaquin Phoenix para construir un profesor de filosofía que fascina por su vulnerabilidad y aterra por la ambigüedad de su moral. En el caso de Emma Stone, exprime su encanto natural y carisma para compensar el egoísmo y la escasa honestidad de su caprichosa universitaria. En definitiva, ambas personalidades están perfiladas a partir de una escala de grises, que contribuye a su credibilidad y a la imprevisibilidad de sus acciones, potenciando de esta manera la incertidumbre del tercio final.

Joaquin Phoenix y Emma Stone en Irrational Man de Woody Allen

Sin embargo, no estamos ante la mejor versión de Woody Allen, tal y como se deduce de la bisagra que conecta las dos mitades de ‘Irrational Man’. Desde el punto de vista conceptual, la acción que provoca el giro de guión es perfectamente creíble, pero su torpe ejecución se antoja fácilmente mejorable, y denota una alarmante desidia que saca al espectador de la narración. Del mismo modo, su desenlace recuerda a la serie b de los años 50, en la que la escasez presupuestaria condenaba a desenlaces precipitados e indignos de magníficos desarrollos.

Son defectos que repercuten en la calidad del conjunto, pero que no lo destierran al apartado de las obras menores de su director. Insinuarlo, implicaría obviar la cohesión del conjunto, su magnífico ritmo narrativo, guíado por las voces en off de sus dos protagonistas, y las apasionantes lecturas que ofrecen tanto su argumento como las situaciones que viven sus personajes. Si a todo esto añadimos la fotografía de Daruisz Khondji, no es descabellado afirmar que nos encontramos con la mejor película del neoyorquino desde que en 2005 firmara su magistral ‘Match Point’.

Carlos Fernández Castro

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2 Comentarios

  1. Estoy muy de acuerdo con tu comentario, Carlos. Sólo quiero señalar un detalle. Abe Lucas lleva un polo Lacoste. Si lo unimos al hecho de que el profe se basa en autores nihilistas franceses para promover sus tesis, así como en Simone de Beauvoir en algún comentario, se me ocurría que quizá W. Allen está aprovechando para dar una patadita a los franceses, vaya usted a saber por qué. Sin embargo, cuando hace una cita de Hannah Arendt sobre la banalidad del mal, no olvidemos que la filósofa criticaba justamente dicha banalidad en la actuación de los nazis.

    • Me ha encantado tu comentario Maria Cruz. Como siempre, aportas información muy enriquecedora en tus intervenciones y nos enseñas aspectos de los más interesantes que a muchos se nos escapan.

      Un saludo

      Carlos