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Los Timadores (The Grifters) (1990)

Nota: 9

Dirección: Stephen Frears

Guión: Donald E. Westlake (Novela: Jim Thomson)

Reparto: John Cusack, Anjelica Huston, Annette Bening, Pat Hingle, Henry Jones, Stephen Tobolowsky

Fotografía: Oliver Stapleton

Duración: 119 Min.

No cabe la menor duda de que Stephen Frears nunca ha sido un director mediático; sin embargo, es incuestionable su relevancia en el cine europeo y americano de las ultimas décadas. «Las Amistades Peligrosas», «Alta Fidelidad» o «La Reina» son tres ejemplos que reflejan la versatilidad y absoluta falta de prejuicios del autor británico a la hora de abordar exitosamente todo tipo de proyectos.

En 1990, Frears decidió dar el siempre arriesgado salto al cine americano, adaptando a la gran pantalla la novela negra «The Grifters», perteneciente a un género tan genuinamente americano como su autor, Jim Thomson. El resultado fue un «film noir» extremadamente original, dotado de un tono bastante atípico para las convenciones del género. En este sentido, tanto la música de Elmer Bernstein como la dirección del cineasta de Leicester apuntan hacia la comedia negra, mientras que los personajes y el entorno en el que se desenvuelven son indiscutiblemente típicos del cine negro. Y es que a Frears nunca le ha importado romper esquemas; es más, lo ha perseguido insistentemente a lo largo de su carrera, y «Los Timadores» no es una excepción.

Desde el memorable punto de partida, Stephen Frears juega con sus tres protagonistas, otorgándoles una presentación que será el único tratamiento glamouroso que recibirán a lo largo de todo el metraje; el director divide la pantalla en tres franjas verticales, que siguen de manera individualizada los preparativos de Lily (Angélica Huston), Roy (John Cusack) y Myra (Annette Bening) para acometer sus respectivos «golpes»; dicha composición finaliza magistralmente en tres planos medios de los tres protagonistas, parapetados con unas gafas de sol que premonitoriamente auguran un futuro muy oscuro.

Roy es un timador de poca monta y no tiene grandes ambiciones; aspira a vivir cómodamente dando golpes menores que le permitan no tener que buscarse un trabajo honrado para subsistir. Myra es una estafadora tremendamente ambiciosa y sin escrúpulos, que en un pasado no muy lejano ha saboreó las mieles del éxito ejecutando grandes golpes. Lily ha hecho de su trabajo ilícito una profesión casi respetable, pero no soporta la humillante sumisión que implica trabajar para un desequilibrado y sádico mafioso.

El director británico consigue tejer una claustrofóbica tela de araña, que atrapa a tres personajes entre los que existen demasiadas tensiones como para esperar un óptimo desarrollo de los acontecimientos. Roy (John Cusack) es el perfecto protagonista de una película de cine negro; sin haberlo buscado, se encuentra en medio de un duelo a muerte entre dos mujeres, en el que no está muy seguro de querer pertenecer  a ninguna de ellas. Por un lado Lily: una madre que tuvo a su hijo muy joven, le abandonó cuando todavía era un niño, y a la que repentinamente se le activa un extraño instinto materno. Por otro lado Myra: una buscona que ha engatusado a Roy, y se siente atraída hacia él porque piensa que puede ayudarle a reverdecer viejos laureles.

Frears describe a sus protagonistas a través de sus actos, con cuidadas y elegantes secuencias en las que cada uno de ellos muestra su verdadera naturaleza al espectador, habitualmente oculta en sus relaciones interpersonales; es el caso de la escalofriante secuencia entre Lily y su jefe cuando éste sospecha que le ha engañado, o la manera en que Myra consigue saldar sus deudas con el casero. El único personaje con el que podemos sentirnos identificados (a pesar de ser un estafador) es Roy; quiere a Lily y a Myra, pero sospecha de lo que son capaces de hacer por imponerse la una a la otra.

Los personajes femeninos son verdaderamente fascinantes en «Los Timadores»; se trata de mujeres aparentemente fuertes y seguras de si mismas ante Roy, pero frágiles y sumisas -como sucede con Lily y su Jefe- o inseguras de su propia valía más allá de su atractivo sexual -Myra utiliza el sexo para conseguir casi todos sus propósitos- en la intimidad.

«Los Timadores» es una película de personajes, en la que la mano del director es imprescindible para poder exprimir el potencial de cada uno de ellos. Para ello, el maestro de marionetas Frears alterna las tramas individuales con secuencias en las que dos o tres de los protagonistas interactuan, haciendo avanzar la historia hacia un desenlace impactante. El resultado es una película única y diferente, en la que sobresale una certera dirección y unas interpretaciones absolutamente magistrales del terceto protagonista.

Carlos Fernández Castro

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