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Nader y Simin, una Separación (Jodaeiye Nader az Simin) (2011)

Nota: 9,5

Dirección: Asghar Farhadi

Guión: Asghar Farhadi

Reparto: Sareh Bayat, Peyman Moaadi, Sarina Farhadi, Leila Hatami, Kimia Hosseini

Fotografía: Mahmoud Kalari

EN POCAS PALABRAS (para os impacientes)

A veces, el Séptimo Arte nos regala determinadas obras que dejan poso mas allá de nuestra voluntad; que despiertan ese tipo de  admiración que el espectador solo siente en contadas ocasiones; que se convierten en clásicos instantáneos. «Nader y Simin, una Separación» es ese tipo de cine con letras mayúsculas, que habla sobre temas universales como la dignidad, la responsabilidad, la honestidad, el respeto y el amor.

SI QUIEREN PROFUNDIZAR…

Argumento: Simin y Nader, un matrimonio con una hija, deciden abandonar Irán en busca de una vida mejor. Sin embargo, en el último momento él se echa atrás debido a que a su padre le han diagnosticado Alzheimer y no quiere abandonarlo. Ella pide entonces el divorcio y, al no serle concedido, se muda a vivir con sus padres. Él, que se queda con la niña, decide contratar a una mujer que le ayude a cuidar a su padre. Pero un día, al llegar a casa, encuentra al anciano atado a su cama; a partir de ese momento, tanto su vida como la de la niña darán un vuelco.

Obras como ésta, nos ayudan a recodar que en países como Irán, por muy lejanos que parezcan, sus habitantes comparten nuestras mismas alegrías, decepciones, ilusiones y problemas, de modo que resulta imposible no sentirse identificado con ellos en general, y con los personajes de esta película en particular; de hecho, no creo que muchos de nosotros podamos afirmar, sin riesgo a equivocarnos, que nunca sufriremos la situación que vive Nader en este film.

«Nader y Simin, una Separación» no solo es un conmovedor drama familiar; a medida que avanza su metraje, el director iraní incorpora progresivamente elementos propios del suspense, convirtiendo su película en una experiencia increíblemente intensa y emocional. La clave es que todo lo que sucede en ella son situaciones cotidianas, aparentemente poco cinematográficas (exactamente igual que los quebraderos de cabeza que tanto nos preocupan en nuestro día a día), pero que calan muy hondo en el espectador gracias a la forma en que son mostradas.

Por encima de las innumerables virtudes de «Nader y Simin», destaca la figura de su director y guionista, Asghar Farhadi, que demuestra un talento descomunal a la hora de la puesta en escena; sus planos narran el complejo argumento de esta película con una sencillez y claridad desconcertantes, y prescindiendo de todo artificio y sensiblería. Demostrando un pasmoso dominio de la técnica narrativa, el director iraní imprime un ritmo perfecto desde la primera secuencia del film; a partir del segundo tercio del metraje, lo incrementa poco a poco hasta alcanzar finalmente uno de los clímax cinematográficos más memorables de los últimos tiempos. Gran culpa de ello corresponde a un portentoso guión, construido cuidadosamente por un cineasta en estado de gracia, que sabe muy bien lo que quiere contar, y al que habrá que seguir muy de cerca en los próximos años.

Las sublimes interpretaciones de todo su reparto añaden un plus de calidad al conjunto, situando esta obra en lo más alto del cine de la ultima década; no fue casualidad que sus actores protagonistas se alzaran con el premio a la Mejor Interpretación en el Festival de Berlín de 2011. Personalmente, el trabajo que realiza Peyman Moaadi, interpretando a Nader, me conmueve de una manera indescriptible: el cariño con el que cuida a su padre, cómo ayuda a su hija con los deberes del colegio, la resignación que podemos apreciar en sus ojos a medida que se complica la situación, la dignidad que desprende por todos los poros de su piel… en fin, para quitarse el sombrero.

En «Nader y Simin, una Separación» no hay buenos ni malos; tan solo un grupo de personas intentando sobrevivir y luchando por todo aquello que aman. La grandeza de esta película radica en que Asghar Farhadi logra que entendamos a sus personajes y sintamos compasión por todos y cada uno de ellos, independientemente de quien salga victorioso de la situación, de la forma de entender sus creencias religiosas o de los factores que motivan sus actos. «Nader y Simin, una Separación» es probablemente la película del año; no la dejes pasar.

Carlos Fernández Castro

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2 Comentarios

  1. Un clásico indispensable. Sin más. Gracias por la recomendación. Yo por mi parte he intentado seguir la cadena, creo que a todo aquel que le guste el cine tiene que ver esta película por fuerza.
    Lo de los actores no tiene nombre, están todos sublimes. ¿Qué me dices del anciano? ¿Y del marido de la cuidadora?

    • Maravillosa, de principio a fin (que no puede ser de otra manera)!!!
      Maravillosos los miles de matices de sus personajes (excepto el de la mujer que pide el divorcio, algo más plano y detonante de libro), tan creíbles y cercanos, gracias sobre todo a las magníficas actuaciones de sus actores (sorprendente el marido denunciante), gracias a la neutralidad de la narración, que permite que no sea el juez quien lleve a cabo el proceso, si no que lo delega en cada uno de los espectadores, conformando un Rashomon de muchísima más intensidad.
      Inmejorable recomendación…con esto se arregla el patinazo de Almodovar :DDDD