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Una Historia de Violencia (A History of Violence) (2005)

Nota: 9

Dirección:David Cronenberg

Guión: John Olson (novela gráfica de John Wagner y Vince Locke)

Reparto: Viggo Mortensen, Maria Bello, Ed Harris, William Hurt

Fotografía: Peter Suschitzki

Hasta hace bien poco, el canadiense David Cronenberg era un director que no me llamaba excesivamente la atención. Había tenido el disgusto de ver obras como «El Almuerzo Desnudo» (The Naked Lunch) (1991) y «Videodrome» (1983) y desistí de seguir viendo su cine, debido a la indiferencia que me provocaron «Inseparables» (Dead Ringers) (1988), «Crash»(1996) y «Spider» (2002), sus obras mas importantes según un amplio sector de la crítica especializada.

Llevaba tiempo sin oír hablar de él, cuando tuve noticias sobre la película que acababa de filmar, con un reparto encabezado por Viggo Mortensen, profesional por el que siento un profundo respeto y admiración. El fino olfato del actor de origen danés para la elección de proyectos, despertó mi curiosidad y acudí al cine, no sin una mochila repleta de prejuicios a mi espalda, para ver que nos ofrecía el director de «Promesas del Este» (Eastern Promises).

Esto no gustará a los incondicionales de David Cronenberg, pero desde el primer plano me pareció que el director canadiense había madurado repentinamente. A parte de tratarse de una historia de violencia, se trata también, por primera vez en su filmografía, de una película para adultos, con personajes y situaciones creíbles, que suceden en un pueblo típicamente americano, donde la entrada de un foráneo en un bar ya suscita un sinfín de murmuros.

Cronenberg, temáticamente influenciado por joyas cinematográficas como «Retorno al Pasado» (Out of the Past) de Jacques Tourneur y «Atrapado por su Pasado» (Carlito’s Way) de Brian de Palma, se centra en la narración de la historia de un hombre que ha roto secretamente con su pasado, sustituyéndolo por uno nuevo y menos llamativo. Pero, como ocurre con las obras citadas anteriormente, no es tan fácil huir de tu pasado cuando tienes tantos asuntos pendientes, o al menos eso es lo que opinan una serie de magníficos secundarios, liderados por los carismáticos Ed Harris y William Hurt, que intentan refrescar la memoria del personaje interpretado por el gran Viggo.

Aparte de un tempo narrativo pausado, muy logrado y en perfecta sintonía con las vidas de las personas que habitan este pueblo americano, lo que más llama la atención de esta cinta son, precisamente, los momentos en que Cronenberg revienta esta falsa calma con potentes  y puntuales fogonazos de violencia. Dos asuntos a remarcar después de esta frase. Respecto a la falsa calma, Cronenberg, hábilmente inicia la película con unos planos en los que presenta a un par de asesinos, los cuales nos resultan terribles por los crímenes que cometen, así como por la frialdad y cotidianidad con que lo hacen. A partir de ese momento, la cámara se adentra en la vida tranquila del pueblo, pero el espectador sabe que ahí fuera hay una amenaza que acecha a nuestros protagonistas, aunque no sepamos cómo ni porqué. Con respecto a los fogonazos de violencia, el director canadiense pretende sacudirnos, tanto a nosotros como a la familia del personaje interpretado por Viggo, y hacernos despertar del letargo en que llevamos inmersos desde que le conocemos. Hay algo raro a cerca de él, algo que no parece cuadrar.

Como hemos dicho anteriormente, los secundarios de esta película son memorables. Al director les gusta y eso se nota por el cuidado con el que les trata, ofreciéndoles unas secuencias memorables y unas líneas acordes a la categoría de ambos actores: Ed Harris y Wiliam Hurt. En cuanto a los protagonistas, Viggo Mortensen y Maria Bello desprenden una química brutal, que llega a límites insospechados en la secuencia en que «hacen el amor» en las escaleras de su vivienda. Me quedo perplejo ante esta demostración; director y actores ofrecen unos instantes de una intensidad excepcional, desde el punto de vista argumental y desde el punto de vista sexual (sin necesidad de ser exhibicionistas). En estos planos, Tom (Viggo mortensen) se quita la careta y ofrece sus dos versiones a Edie (Maria Bello), su mujer,  pudiendo ser él (en toda su plenitud) por primera vez en su vida.

Aparte de la calidad en su estilo narrativo y visual, «Una Historia de Violencia» destaca por la clarividencia a la hora de expresar su mensaje. Debemos intentar evitar la violencia en nuestras vidas, ya que ésta solo genera mas violencia. Pero, en ocasiones, cuando ya se ha intentado todo y antes de ser sometidos por aquellos que saben cómo utilizarla, la única solución es la violencia. Otra lectura, mucho más libre, que podemos obtener de esta magnífica obra es: si no te gusta tu pasado, intenta darle esquinazo; pero si logra encontrarte, acaba con el. Posiblemente, una de las mejores películas de la década.

Os dejo con una entrevista en la que Viggo Mortensen habla sobre cómo ve su rol en la película y los secretos de la misma:

El trailer:

Carlos Fernández Castro

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5 Comentarios

  1. Una gran película sin duda, diferente y nueva. Viggo demuestra ser un gran actor con su doble cara de padre de familia, y mafioso sin complejos.

    Si os gustó esta no os perdais Promesas del Este.

    • Y por supuesto no te olvides del próximo proyecto del director canadiense: «A Dangerous Method». Adivina quien lo protagoniza….exacto Viggo Mortensen.

  2. Aparte de unas cuantas llamativas faltas de ortografía, buena crítica a una buena película…

    • Hombre, alguna que otra hay, aunque he intentado subsanarlas. Es un texto de hace ya algunos años. Un poco de comprensión Cris, jajaja.