DeadWood (2004-2006)

Con la salida al mercado del esperadísimo juego Read Dead Redemption (cuando tengamos sección de juegos hablaremos …) me vino a la cabeza una de las series mas injustamente tratadas de la industria televisiva. Lo más sorprendente de Deadwood es que es la serie prototipo de HBO, calidad, calidad y más calidad, reconocimiento de público y crítica (8 globos de oro); y aún así, no dejaron que su creador, David Milch, diera un digno desenlace a una serie que sin duda lo merecía.

Deadwood comparte con el espectador durante tres temporadas y a través de sus 36 capítulos de casi una hora, la experiencia de todos aquellos colonos que se enfrentaron a la increíble aventura del lejano Oeste. Es tan así, que muchas de las cosas que se nos cuentan sucedieron, no daré ejemplos para no espoilear , pero en lo básico esta basado en sucesos que acaecieron en la pequeña población de Deadwood, sede en la actualidad del condado de Lawrence en Dakota del Sur.

Unos de los puntos fuertes de la serie es su extraordinaria ambientación; David Milch nos traslada con asombrosa maestría a aquellas tierras, a esa suciedad que lo envolvía todo, esa sensación de miedo  permanente; la vida no valía nada y cada día alguien te lo recordaba; la bebida y la putas hacían que los hombres olvidaran las penurias que soportaban para poder sacar una onza de oro que más tarde volverían a gastar en la misma bebida y las mismas putas.

El otro punto fuerte de la serie es el casting. Es verdad que Timothy Olyphant no es santo de mi devoción; también he de decir que no le va nada mal en un papel muy en su estilo en la aclamada Justified. Un borrón que se ve mas que compensado con el resto de actores, empezando por el increíble Ian Mcshane (Al Swearengen) que lleva el peso de la serie con su personaje de malvado sin escrúpulos; Keith Carradine (Wild Bill Hickock) que se ha labrado una prolifica carrera en los ùltimos tiempos apareciendo en innumerables series ( Dexter, Damages, Dollhouse, Numbers etc.) y Robin Weigert (Calamity Jane) personaje fundamental lleno de contradicciones e inseguridades.

El que no la haya visto que no espere una serie de acción, más bien lo contrario; sus detractores, que los hay, tildan a Deadwood de serie lenta en la que nunca pasa nada. Es posible que el tempo de la serie sea mas bien lento pero personalmente lo agradezco; los personajes crecen a lo largo del metraje con consistencia y la trama se va desarrollando naturalmente enganchando al espectador.

Lo peor, sin duda, que quedó inconclusa; el resto es puro disfrute. El crudo y duro Oeste Americano llevado a la pantalla de manera magistral.

Una curiosidad, David Milch prepara para HBO Luck, una serie sobre el mundo de las apuestas de caballos y el ambiente que las rodea. Protagonizada por Dustin Hoffman y el piloto dirigido por Michael Mann, no pinta mal la cosa.