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Crónica del 15º Festival de Cine Alemán de Madrid

En un año en el que Alemania ha estado a la orden del día en titulares y telediarios, en boca de todos en conversaciones sobre política o economía, y cada vez más presente en el día a día de todos los españoles, ha llegado a Madrid la 15º edición del Festival de Cine Alemán. Como cada año, los cines Palafox en Madrid y, por primera vez, los Girona en Barcelona, proyectaron la semana pasada una selección del mejor cine alemán contemporáneo. La serie de películas exhibidas ha servido para abrir nuevos horizontes (y muy distintos de aquellos derivados de la “movilidad exterior”) en la concepción que tienen los espectadores sobre este país y su producción cinematográfica, abordando temas tan variados como las consecuencias del holocausto, la guerra fría, o las relaciones familiares contemporáneas.

El festival ha contado incluso con un documental (Speed, en busca del tiempo perdido), una película infantil (Las hermanas vampiresas) y un sub-festival de cortos, el Next Generation Short Tiger 2013. Además, a raíz del estreno en España de lo último de Margarethe von Trotta, «Hannah Arendt», el festival ha propuesto una retrospectiva dedicada a esta realizadora, con películas entre las que se encontraban «La calle de las rosas» (2003) y «Rosa Luxemburg» (1985), parte de la “trilogía de la guerra” que la directora cierra con su última producción.

Una de las cintas más esperadas y prometedoras del festival era, precisamente, «Hannah Arendt« de von Trotta, que el día de su estreno en Madrid atrajo a un número espectacular de interesados reunidos a las puertas de la sala en una fila que daba la vuelta a la manzana. La espera mereció la pena y las altas expectativas generales parecieron cumplirse una vez terminada la película. La forma en que von Trotta aborda la vida y reflexiones de esta pensadora es totalmente sincera y accesible, haciendo que el espectador se implique no solo en la narrativa sino también, y sobre todo, en su trasfondo político y moral: el primer juicio a un general alemán, Eichmann, responsable de la solución final. De esta forma, las consecuencias del holocausto y las distintas maneras de afrontar este desastre se presentan, a quien se siente frente a la pantalla, como algo sobre lo que es necesario reflexionar y profundizar. Como afirmó la directora en la rueda de prensa, la película retrata tanto a “Hannah” como a “Arendt”, combinando con naturalidad la faceta personal y la intelectual, ya que, en palabras de von Trotta, “no hay pensamiento si no hay persona detrás que piensa”.

Por su parte, «Costa Esperanza«, la película de inauguración, presentada como uno de los platos fuertes del festival, recorre la Guerra Fría y la Stasi desde los años 60 hasta los 80; se trata de una cinta que combina la aventura, el romance, el relato carcelario, la historia de amistad y  el filme histórico, e intenta abarcarlos todos (subordinando el relato al retrato histórico) consiguiendo un resultado entretenido pero que se olvida al poco de salir de la sala.

Sin embargo, han sorprendido gratamente películas como «Transpapa», «El fin de la veda», o «Culpables son los otros», quizás menos publicitadas pero no por ello menos atractivas. De entre ellas ha destacado especialmente «Transpapa«, una tierna historia de una adolescente que se reencuentra con su padre tras diez años de separación para descubrir que éste es ahora una mujer. Es el primer trabajo de Sarah Judith Mettke como directora y guionista, en el que se ofrece una visión totalmente original sobre la transexualidad, tratándola desde el humor y el cariño. Una película divertida que no solo se disfruta, sino que también, y sobre todo, se siente.

Es de agradecer, entre otras cosas, que tras el visionado de la mayoría de las películas algunos de los directores (como von Trotta, Mettke, Hebblen o Lacant) u otros miembros del equipo estuviesen presentes en la sala e iniciasen una conversación con el público. Gracias a este hecho se ha podido profundizar en las películas y conocer las motivaciones, impresiones y reflexiones de los responsables de su creación. A pesar de la nefasta elección del público al conceder el Premio del Público a la decepcionante «Caída Libre», el 15º Festival de Cine Alemán de Madrid se cierra habiendo aportado algunas propuestas muy interesantes y dejando un poso bastante positivo, completado por la alta participación de los realizadores y la buena organización. Estén atentos  para no perderse la próxima edición, dentro de sólo once meses y tres semanas. Hasta entonces, auf wiedersehen.

Jorge Domingo

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