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10 Películas de Mafia y Gángsters que no deberías perderte (Parte I)

El verdadero espíritu de este artículo es repasar las mejores películas de Mafia y de Gángsters de la historia del cine, o al menos mis favoritas. Está bien, son muy parecidos, pero hay diferencias entre ellos; cine de Mafia y cine de Gángsters corresponden a dos géneros que siempre han ido de la mano, razón por la que he decidido incluir en esta lista películas de ambas modalidades de crimen organizado.

Como siempre, espero que la disfrutéis y que aportéis vuestro granito de arena, dejándonos vuestras listas alternativas o comentando la que he confeccionado para la ocasión.

Los Intocables de Eliot Ness (The Untouchables) (1997)

Dirección: Brian de Palma

Guión: David Mamet (Novelas: Oscar Freley, Eliot Ness, Paul Robsky)

Reparto: Kevin Costner, Sean Connery, Andy García, Robert de Niro

Fotografía: Stephen H. Burum

Duración: 119 Min.

El hecho de que en esta lista haya dos películas de Brian de Palma, no significa que sea santo de mi devoción; aunque debo reconocer que las escasas ocasiones en que el cineasta italoamericano está inspirado, realiza obras inolvidables. Brian de Palma acierta desde el principio con un tratamiento inteligente e indirecto en torno a la figura de Al Capone, el gangster más famoso del hampa americano del SXX; a pesar de otorgar el protagonismo del film a los agentes de la ley que le pusieron entre rejas (entre los que brillan las actuaciones de Kevin Costner y Sean Connery), el personaje interpretado por Robert de Niro (secundario) está espiritualmente presente en cada plano y tiene un gran peso especifico como motor argumental. Estamos ante un híbrido perfecto entre thriller policial y cine de gángsters, que al igual que el de los años 30, exalta valores como la amistad, la honradez, la integridad, la responsabilidad y la perseverancia de unos tipos con mucho que perder, frente al egoísmo extremo, la crueldad y la codicia de seres despreciables como el magistralmente interpretado por un de Niro en estado de gracia.

Curiosidades: a parte de exigir ropa interior (la cual no aparece en pantalla) exactamente igual a la que llevaba Al Capone, Robert de Niro buscó a los sastres originales del capo mafioso para que le hicieran los trajes que en su momento confeccionaron para él. Conseguirlo no fue fácil; los productores, conocedores del amor a l «Método» de de Niro, no tuvieron más remedio que acceder.

http://youtu.be/28rVgIxajBs

Malas Calles (Mean Streets) (1973)

Dirección: Martin Scorsese

Guión: Martin Scorsese, Mardik Martin

Reparto: Harvey Keitel, Robert de Niro, David Proval, David Carradine

Fotografía: Ken Wakeford

Duración: 110 Min.

Después de rodar “Malas Calles”, Martin Scorsese probablemente pensó por qué demonios habría hecho caso a John Casavettes y John Milius cuando éstos le recomendaron que hiciera una película más personal que “Boxcar Bertha”, su anterior trabajo; estaba camino del Festival de Cannes y ni siquiera tenía dinero para costearse un hotel decente. Lo que llevaba debajo del brazo era una joya cinematográfica, pero solo él lo sabía. Para rodarla, el director italoamericano se rodeó de personas de plena confianza y se centró en temas que conocía de primera mano. En esta ocasión, Scorsese no pretende realizar un retrato general del mundo de la Mafia, como haría posteriormente en “Uno de los Nuestros”, sino ofrecer una perspectiva terrenal de la misma; la cámara persigue a Charlie (Harvey Keitel) en su día a día, en el que intenta abrirse camino dentro de los bajos fondos de Little Italy, enderezar el rumbo de su descarriado primo Johnny Boy (Robert de Niro), y solventar su tormentosa vida amorosa. El resultado es una película sucia y cruda, en la que puedes tocar a los personajes y comprender el ambiente en el que se mueven; cine auténtico y genuino que está narrado desde el conocimiento de esas malas calles.

Curiosidades: Roger Corman, mentor del cineasta italoamericano, se ofreció a financiar gran parte del presupuesto a cambio de que su pupilo rodara el film con un reparto 100% negro.

Los Violentos Años Veinte (The Roaring Twenties) (1939)

Dirección: Raoul Walsh

Guión: Jerry Wald, Richard Macaulay, Robert Rossen

Reparto: James Cagney, Humphrey Bogart, Priscilla Lane, Gladys George

Fotografía: Ernest Haller

Duración: 104 Min.

Esta película representa como pocas la capacidad de síntesis que había alcanzado el cine de Hollywood en los años 30. En ella, se aprecian perfectamente los efectos del Código Hays: una voz en off, pretendidamente narrativa, recrimina las actos delictivos de los protagonistas con el fin de aleccionar al espectador y evitar la idealización de los gángsters. Raoul Walsh exhibe su nervio narrativo y asombrosa facilidad para mezclar cine de acción y cine social. La película recorre un periodo de tiempo extenso, en el que se presencia el ascenso y posterior caída de un ambicioso gángster, sin caer en la precipitación y logrando un profundo estudio de personajes. James Cagney realiza una de sus interpretaciones más electrizantes, mientras que un Bogart pre-«Casablanca» demuestra su nunca suficientemente alabada versatilidad. A pesar de su voluntad moralizadora e ingenua diferenciación entre buenos y malos, el film resulta apasionante en todo momento y refleja brillantemente la época de la Ley Seca en los Estados Unidos.

Curiosidades: el verdadero Eddie Bartlett, al contrario que el interpretado por James Cagney, tuvo una muerte poco glamourosa; murió a manos del portero de uno de sus club al darle la noticia de su disminución de salario debido a sus dificultades financieras.

Érase una vez América (Once upon a Time in America) (1984)

Dirección: Sergio Leone

Guión: Sergio Leone, Leonardo Benevenuti, Piero Bernardi…

Reparto: Robert de Niro, James Woods, Elizabeth McGovern, Tuesday Weld, Jennifer Conelly, Joe Pesci, Danny Aiello, Burt Young

Fotografía: Tonino delli Colli

Duración: 225 Min.

Esta película fue la razón por la que Sergio Leone abandonó su tierra natal y emigró a los Estados Unidos; quería hacer una película de gangsters en un contexto americano, Brooklynn, pero dotada de su arrolladora personalidad. A pesar de que la película está fallida y voluntariamente fraccionada en dos partes, la correspondiente a la infancia de los protagonistas hace que la experiencia no solo merezca la pena, sino que resulte inolvidable. Esto no quiere decir que la parte dedicada a la edad adulta de los personajes esté mal dirigida o no tenga interés; simplemente no alcanza la maestría con la que Leone desarrolla la amistad y la pérdida de la inocencia de unos jóvenes delincuentes que crecen en un entorno corrompido como las calles del Brooklynn de principios de siglo XX. A pesar de su mastodóntica duración, “Érase una vez en América” es un film que se vive con intensidad y contiene varios ángulos desde las cuales se puede disfrutar sin hacerse pesada: como película de gangsters en la época de la ley seca, como una relación de amistad a lo largo de varias décadas, como una historia de amor tan imposible como difícil de olvidar.

Curiosidades: para los que hemos viajado a Manhattan, este dato es fundamental; la famosa vista del puente de Brooklyn puede ser disfrutada desde la calle Washington en Brooklynn.

Camino a la Perdición (Road to Perdition) (2002)

Dirección: Sam Mendes

Guión: David Self (Cómic: Max Allan Collins, Richard Piers Rayner)

Reparto: Tom Hanks, Paul Newman, Jude Law, Jennifer Jason Leigh, Daniel Craig

Fotografía: Conrad L. Hall

Duración: 119 Min.

Para su segunda película, Sam Mendes recurrió al cine de mafia, un género diametralmente opuesto al utilizado en su debut. No obstante, si lo analizamos un poco más a fondo podemos encontrar varias semejanzas con «American Beauty»; entre ellas, el punto de vista empleado en ambas películas, el de las relaciones paterno-filiales. En «Camino a la Perdición», no solo se recrea de manera magistral el universo familiar propio del cine de Mafia, sino que también asistimos a un estudio memorable de los vínculos afectivos (ganados a lo largo de la relación) y sanguíneos (inevitables por su condición innata), que pueden existir entre padre e hijo. Se trata de un film que evita la sensiblería, pero que a su vez desprende sensibilidad y calidez a borbotones. La dirección de Sam Mendes le coloca como uno de los grandes cineastas de su generación. En general, las interpretaciones son maravillosas; pero hay un actor para el que esta película supuso su último trabajo y que a sus 80 años seguía siendo capaz de hacer desaparecer todo aquello que le rodeaba en cada plano en el que intervenía: Paul Newman. Inmejorable legado.

Curiosidades: hasta la escena del asesinato en el almacén, la relación entre Michael Sullivan Jr. y su padre es distante; siempre coinciden en planos generales, separados por barreras físicas o reflejos en espejos. A partir de ese momento, comparten planos mucho más cerrados y la proximidad física es total con el objetivo de mostrar un estrechamiento en su relación.

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Carlos Fernández Castro

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1 Comentario

  1. Que buen blog he venido a encontrar..

    CINE GANGSTER ,,TODA UNA ENCICLOPEDIA EN LA HISTORIA DEL CINE-