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Beginners (Principiantes) (2011)

Nota: 7,5

Dirección: Mike Mills

Guión: Mike Mills

Reparto: Ewan McGregor, Christopher Plummer, Mélanie Laurent, Goran Visnjic

Fotografía: Kasper Tuxen

EN POCAS PALABRAS (para los impacientes)

Cuando un director se arriesga a contar una historia de explícito corte autobiográfico y le sale bien, como por ejemplo a Woody Allen con «Días de Radio», esa película suele tener un aroma diferente al resto; el contenido emocional que el director quiere transmitir, llega de una manera distinta, de una forma más directa y cercana que, finalmente, deja huella. La historia de Mike Mills, la historia de “Principiantes”, es una de ellas: un relato original del que es difícil desprenderse por la sinceridad, calidez y eficacia que contiene cada fotograma.

Argumento: Oliver Fields (Ewan Mccregor), un diseñador gráfico de L.A, ve cómo su vida da un vuelco cuando Hal (Christopher Plummer), su padre de 71 años, le confiesa que es homosexual y tiene cáncer. Esta revelación cambia poco a poco la manera de ver las cosas de Oliver que, tras la muerte de su padre, le servirán para enamorarse de nuevo de una actriz francesa (Mélanie Laurent) que conoce en una fiesta.

La anterior película de Mills, «Thumbsucker», era una entretenida historia adolescente que llamaba la atención sobre todo por su estética, herencia de su trabajo como director de anuncios y videoclips. Lo que le faltaba a la ópera prima de Mills era una profundidad dramática, y un equilibrio de la misma con los momentos cómicos, que sí encontramos en “Principiantes”. Ésta, sin embargo, sí repite los aciertos de su predecesora; un peculiar trabajo artístico y una apuesta por unos atractivos juegos visuales y fotográficos que se acomodan perfectamente en el estudiado eje narrativo, que intercala adecuadamente dos historias al mismo tiempo, unidas por la voz en off de Oliver.

Efectivamente, «Beginners» es una dramedy que no tiene miedo a combinar diálogos y situaciones divertidas (las protagonizadas por el newgay Hal son las más divertidas) con las duras y tristes direcciones que toman los protagonistas a lo largo de la película. Mills explora a través de ellas temáticas muy interesantes como el amor, la muerte, la homofobia, la amistad y la familia con paciencia, introduciéndonos no solo en una historia y un universo particular, sino conectándola con el contexto histórico (que siempre ha cambiado la manera de vivir y ver las cosas, lo que le da todavía más profundidad a la película).

El reparto está, en general, a la altura; destaca sobre el resto Christopher Plummer, un actor al que nunca he tenido en excesiva consideración, que borda el complicado reto de encarnar a un hombre gay reprimido durante tantos años, dotándolo de una humanidad especial y entrañable. Quizás merecía incluso mayor presencia en la pantalla, pero la química existente entre Mcgregor y Láurent aguanta el peso del resto del filme sin que lo echemos de menos. La única actuación que me chirría un poco es la de Goran Visnjic que interpreta a Andy, el novio de Hal, al cual no me termino de creer.

En definitiva, Mills supera el reto de contar su emotiva historia de una manera cercana, fresca e innovadora, confirmándole como un director a seguir en el futuro.

Arturo Tena

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4 Comentarios

  1. Bravo Arturo. Felicidades por tu manera de escribir! Intercambiaremos impresiones cuando la vea, pero pinta muy bien.

  2. Muchas gracias Marble. La verdad es que la película se merece una oportunidad, ya me contarás que te ha parecido

  3. Muy buena crítica Arturo, teniendo en cuenta que es de Ewan McGregor la veré.
    ¿Que pasó con la de la boda de mi mejor amiga? No hiciste crítica, yo si, no se si la viste.

    • Muchas gracias Antonio, es de lo mejor que hay ahora mismo en cartelera. La de la boda de mi mejor amiga ya está hecha, saldrá en fechas cercanas a su estreno. Si que la vi, está muy bien! Ya coincidiremos en alguna sala. Un abrazo