Caza humana (Figures in a landscape) (1970)
Nota: 6
Dirección: Joseph Losey
Guion: Robert Shaw (Novela: Barry England)
Reparto: Robert Shaw, Malcolm McDowell
Fotografía: Henri Alekan, Peter Suschitzky, Guy Tabary
Duración: 104 m
En un país indeterminado, un helicóptero persigue a dos fugitivos ingleses, Mac y Ansell (interpretados por Robert Shaw y Malcom McDowell). El paisaje es inhóspito, hace calor, el sol quema y llevan las manos atadas a la espalda. Hasta ahí todo lo que sabemos. Desconocemos quiénes son ni cómo han llegado a esa situación angustiosa, y tampoco sabemos nada de los que están dentro del helicóptero ni por qué los persiguen.
Toda la película es, evocando al de Carabanchel, un juego de gato y ratón, por momentos emocionante. La fotografía logra milagrosamente que cuando el helicóptero surge de la nada y aparece a ras de suelo persiguiéndolos, el paisaje abierto se convierta en una jaula claustrofóbica. A mi parecer, es precisamente la fotografía, junto con la perfecta banda sonora de Rodney Bennett, lo que hace que, a pesar de todo, no perdamos interés en la película.
El entorno donde se desarrolla varía: empezamos viendo una película con estética de western que poco a poco, y a medida que el paisaje se va haciendo más fértil, se va pareciendo más a una película sobre una guerra en un país oriental. Además de los paisajes, también cambia la idea inicial que teníamos del carácter de los personajes. Mac es mayor y más experimentado, por lo que parece natural que lleve las riendas de los movimientos de los dos. Ansell es un chico de ciudad, no sabe moverse por el campo y se deja llevar. Pero arrastrados a situaciones penosas, en las que tienen que luchar por su supervivencia, vamos comprendiendo algo mejor cómo son los personajes y cómo se complementan. Por sus conversaciones vamos sabiendo algo de sus vidas, pero lo que aprendemos son asuntos irrelevantes; algo que no tiene nada malo en sí mismo, y si no, que se lo digan a Tarantino.
Sin embargo, cojea porque no hay un trasfondo para dar soporte, como lo habría si, por ejemplo, la intensidad de la persecución fuese in crescendo. En películas como El Diablo sobre ruedas (que se hizo un año después, en 1971, pero vaya, se pueden comparar igual, ¿no?) o Con la muerte en los talones, o en libros como El Proceso notamos en nuestra piel la angustiosa desesperación del protagonista. Sin embargo, en Caza humana, la desubicación geográfica y el desconocimiento de los antecedentes y de los motivos hacen que, si bien la intención de la película probablemente fuese la de centrarse en la persecución en sí y mostrar al hombre de una manera metafórica, como un jabalí en un coto de caza, en el resultado final haya poco a lo que agarrarse y nos sintamos algo distanciados de los bretes de los protagonistas.
Marina Sánchez Torrón
Ya de pequeño mi padre dijo de que la peli en cuestión estaba rodada en Granada,y es cierto.Comarca del Temple y Sierra Nevada sobre todo