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“El Havre” (Le Havre) (2011)

Nota: 8

Dirección: Aki Kaurismaki

Guión: Aki Kaurismaki

Reparto: André Wilms, Kati Outinen, Jean Pierre Darroussin, Blondin Miguel, Elina Salo, Jean Pierre Léaud, Evelyne Didil

Fotografía: Timo Salminen

La clave del cine social de Aki Kaurismaki estriba en agitar conciencias, alejándose sabia y prudencialmente de las ataduras que impone el realismo. Esta distancia con lo factible, además de acoplarse a la perfección con la acidez propia de su discurso, le suministra una fundamental y esclarecedora perspectiva. Así como a veces no hay mejor modo de atacar lo trágico que desde la risa; en ciertas ocasiones, no existe método más certero para retratar la realidad que la más disparatada representación de ésta.

  • Ya no hay ley de vagos y maleantes, pero existe una normativa que nos permite retenerte. Podrías ser extranjero. Tenemos que averiguarlo.
  • Pero si hablo finlandés.
  • Vosotros aprendeis muy deprisa.

Un hombre sin pasado” (Aki Kaurismaki, 2002)

Las obras de Kaurismaki flotan en un hálito de irrealidad kafkiana tan poderoso, como en ocasiones inasumible para ciertos espectadores. Por ello, la recomendación de alguna de las películas de este creador finlandés, deriva en involuntaria condena al tedio (para aquellos que no sepan asumir su poco ortodoxo estilo).

Otras cintas, por contra, emergen redondas (amén de socarronas e inteligentes); y por ello, universalmente recomendables. Podemos situar a “Le Havre”, sin el menor de los temores, entre las que integran este selecto grupo de obras -tan peculiares como geniales, tan imprescindibles como accesibles-.

En “Luces al atardecer”, Kaurismaki firma una secuencia ilustrativa de su ideario humorístico. En esta escena todo cuadra con la tópica imaginería mafiosa, salvo la femme fatal pasando la aspiradora. Sutil y arrebatador.

Kaurismaki, auténtico gurú del humor negro, engrosa su catálogo cinematográfico con esta preciosa fábula bienintencionada. Siempre del lado de los perdedores, de los castigados, de los excluídos; el prolífico creador finlandés se ocupa en esta ocasión de la inhumana actitud occidental ante el fenómeno de la inmigración. Kaurismaki ubica su historia en la ciudad francesa de Le Havre -como pudiera haber sido en cualquier otra ciudad portuaria-. Allí, y tras una antológica puesta en escena -marca de la casa, por cierto-, nos traslada a la cotidianidad de aquellos que viven permanentemente en crisis, aquellos que buscando un utópico futuro, pueden verse privados incluso de su propia identidad.

Dosificando hábilmente silencios, miradas intensas y un exquisito sentido del humor, Kaurismaki teje una historia de amor, de amistad, de compañerismo y de bondad. Un precioso cuento sobre una práctica prácticamente en desuso: la filantropía.

Para ello, André Wilms vuelve a ofrecerle a Kaurismaki lo mejor de su repertorio con la soberbia caracterización de Marcel Marx -ex crápula escritor en un pretérito París (“La vida de bohemia” ); actualmente pícaro limpiabotas en Le Havre-. Marcel, en una paupérrima situación económica y con una mujer acechada por graves problemas de salud, no dudará ni un instante en ayudar a Idrissa, un joven inmigrante subsahariano llegado ilegalmente a la ciudad. Por su parte, el actor galo Jean Pierre Darrousin, le da perfecta réplica como enigmático, sensible e infalible inspector de policía a cargo de la búsqueda del chaval. Katy Outinen y Elina Salo (ambas más que habituales en las cintas de Kaurismaki) completan el destacable plantel de la película -bajo los respectivos roles de devota esposa y fiel consejera del carismático Marcel-.

Para la escena musical de rigor, Kaurismaki filma a Little Bob -pionero del rock francés nacido en El Havre-. Permítanme señalar que el parecido entre este veterano cantante francés y la difunta poetisa Gloria Fuertes, constituye para quien escribe, un hecho innegociable.

Vitalista, lúcida y tierna a partes iguales, “Le Havre” supone la vuelta al largometraje del mejor Aki Kaurismaki tras la decepcionante “Luces al atardecer” -que culminaba la denominada trilogía proletaria del autor-, así como un perfecto colofón al aluvión de grandes films que nos ha regalado este prolífico y ya agonizante 2011.

Queda dicho, quedan avisados.

Alberto G. Sánchez – pelucabrasi

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2 Comentarios

  1. No puedo estar más de acuerdo con tu crítica. Le Havre me ha parecido una película deliciosa, una fábula que nos deja la sensación agradable de que aún podemos encontrar en esta sociedad un reducto de amor al prójimo, solidaridad y lucha.
    Saludos.

    • Me alegro que te haya gustado esta fantástica película; así como mis humildes consideraciones.
      Tanto la cinta como el escrito están hechos desde el más profundo y reverencial cariño -hacia el cine, hacia el humor y hacia la vida-.

      Gracias Iva por aportarnos tu opinión. No dudes en repetir.

      Un fuerte abrazo.