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El tesoro de Sierra Madre (The Treasure of the Sierra Madre) (1948)

Nota: 9,5

Dirección: John Huston

Guión: John Huston

Reparto: Humphrey Bogart, Tim Holt, Walter Huston, Bruce Bennett, Barton MacLane

Fotografía: Ted McCord

EN BREVES PALABRAS (para los impacientes)

John Huston siempre ha sido uno de mis directores predilectos, por su marcada personalidad y por el sello personal con que impregnaba todos y cada uno de sus trabajos. “El Tesoro de Sierra Madre” es una de sus obras maestras y su primera incursión en el cine de aventuras, por etiquetarla de alguna manera. Curiosamente, estamos ante una película seca, cruda, pesimista y carente del sentido del humor que caracterizaría sus posteriores trabajos. En ella, Huston muestra la codicia, la avaricia y un sinfín de defectos propios del ser humano, como nadie antes lo había hecho. Y lo hace a través de un ejemplar estudio psicológico de cada uno de los personajes que intervienen en ella.

SI QUIEREN PROFUNDIZAR…

El argumento gira en torno a dos aventureros, Dobbs (Humphrey Bogart) y Curtin (Tim Holt), que se han quedado sin blanca y están atrapados en Méjico sin poder salir. Intentan encontrar trabajos con los que costearse un lugar donde dormir y acumular el dinero suficiente para volver a Estados Unidos. Por suerte, son contratados por un tipo, que resulta ser un granuja; intenta estafarles, pero al final consiguen cobrar su dinero a la fuerza. Aun así, no es suficiente para lograr sus objetivos, aunque sí lo es para emprender una aventura, junto a Howard (Walter Huston), un viejo buscador de oro, que les lleve a ver cumplidos todos sus sueños.

Antes de debutar en la dirección cinematográfica, John Huston se había forjado un nombre como uno de los más prestigiosos guionistas de Hollywood. Por eso, no es raro que decidiera adaptar él mismo la novela homónima que da título a la película y que tantos años llevaba intentando filmar. Cimentada sobre un guión de una solidez a prueba de bombas, “El Tesoro de Sierra Madre” se convirtió en una auténtica obra maestra, gracias a la dirección de este auténtico artesano del cine.

Huston logra una armonía perfecta entre interpretaciones, diálogos, dirección y localizaciones, lo cual contribuye a una construcción de personajes milimétrica y un ritmo narrativo de primera categoría. La puesta en escena es impecable, tal y como se puede comprobar en innumerables planos del film: los tres encuentros entre Bogart y John Huston sirven para delimitar rasgos fundamentales de la personalidad del primero; Dobbs nunca mira a la cara al rico americano al que pide limosna, demostrando su carácter orgulloso. Otro ejemplo es la utilización del personaje interpretado por el padre del director, Walter Huston, el cual es utilizado constantemente para mantener el equilibrio entre los tres componentes de la expedición (siempre le muestra en el centro de las composiciones de sus planos). A partir del momento en que se quedan solos, las tiranteces aumentan de manera irreversible. Es admirable cómo el director camina por el alambre con una seguridad demoledora hasta que deja de interesarle, y abre la caja de Pandora, liberando los demonios que sus protagonistas llevan dentro.

Las interpretaciones de los tres actores principales son magistrales, pero destacan sobre todo las realizadas por Humphrey Bogart y Huston padre. Evidentemente, sus papeles eran auténticos vehículos para el lucimiento de cada uno de ellos, pero había que aprovechar la oportunidad y ambos estaban sobradamente preparados para ello. Es curioso como Bogart, después del éxito de “El Halcón Maltés”, “El Último Refugio” y “Casablanca” y siendo ya una superestrella, aceptó un papel tan deliberadamente oscuro y desagradable. El director en ningún momento intenta que el espectador sienta un ápice de simpatía por Dobbs, más bien todo lo contrario; hay detalles, como que éste tire un vaso de agua a la cara de un niño (que curiosamente le intenta vender un boleto de lotería ganador) que lo demuestran. Jamás se ha visto un Bogart tan potente y creíble; hay planos en los que sus ojos escupen fuego y reflejan el odio y la locura que dominan su personaje.

Por su parte, Walter Huston es el más cuerdo de los tres, quizás porque ya está de vuelta de todo…. o el más loco, según se mire. Siendo un gran conocedor del comportamiento del ser humano cuando éste entra en contacto con el oro, no es muy razonable que vuelva a lanzarse a una aventura tantas veces vivida y tantas veces rematada con el  mismo resultado. El guión le utiliza para anticipar a los otros dos protagonistas qué transformación van a experimentar a lo largo de su gran aventura y aconsejarles sobre los errores en los que no deben caer. Huston lanza dos mensajes a través de este personaje: 1) el hombre es el único animal que tropieza más de una vez en la misma piedra (él es un vivo ejemplo de ello) y 2) muchas veces, a pesar de que se garantice a una persona que un acto determinado tiene una consecuencia negativa asegurada, ésta lo hará; y posiblemente no aprenderá de la experiencia, lo cual nos lleva al primer punto.

En definitiva, se trata de una película fascinante de principio a fin, dirigida por uno de los grandes directores de la Historia del Cine. Posteriormente, Huston volvería al cine de aventuras, pero de una manera mucho más cínica y menos oscura en “El Hombre que pudo Reinar”, gran película, pero inferior a la que nos ocupa. “El Tesoro de Sierra Madre” es una crítica brutal al materialismo que domina al ser humano, y por extensión, al capitalismo. Pocas veces se ha reflejado tan bien en cine las consecuencias de que un ser humano se deje dominar por la codicia y la ambición. La película hace gala de un perfecto balance entre aventura y estudio de personajes, quedando perenne en la retina de quien tiene el privilegio de disfrutarla por primera o enésima vez.

Carlos Fernández Castro

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3 Comentarios

  1. Bogart está gigante en este film. No sé si me gusta más el personaje o Bogart haciendo del personaje. Y como siempre gigante John Huston. Me gusta mucho que en BandajeDePlata se cuide tanto a los clásicos.

    • Buenas Alvaro, para nosotros es un privilegio tener un tipo que sea tan amante del cine como tú; cuidamos los clásicos porque los clásicos son la base del cine actual, y porque desgraciadamente hay mucha gente que no ha tenido la posibilidad de disfrutarlos.
      Un saludo, y ¡vivan Huston y Bogart!