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La Fiera de mi Niña (Bringing up Baby) (1938)

Nota: 10

Dirección: Howard Hawks

Guión: Dudley Nichols, Hagar Wilde

Reparto: Cary Grant, Katherine Hepburn, Charles Ruggles, May Robson, Walter Catlett, Barry Fitzgerald

Fotografía: Russell Metty

Si alguien me pidiera que resumiera en breves palabras lo que me suscita esta obra, me resultaría difícil, ya que, al pensar en ella, un mar de sensaciones inundan mi cabeza. Nunca en mi vida me he reído tanto con una película como con «La Fiera de Mi Niña». Las razones del éxito de esta comedia son múltiples: un ritmo endiablado, unos actores en estado de gracia, unas situaciones tan inolvidables como absurdas y un director de orquesta inigualable, Howard Hawks. Y es que esta película fue la primera, y probablemente la mas absurda, Screwball Comedy (comedia de enredo) de la historia del cine, dando lugar a una larga tradición representada por obras como «Historias de Philadelphia» (The Philadelphia Story) de George Cukor, «Luna Nueva» (His Girl Friday) de Howard Hawks o «Que me pasa Doctor» (What’s up Doc?) de Peter Bogdanovich, ésta última un acertadísimo homenaje a la obra que nos ocupa.

El argumento de «La Fiera de Mi Niña» es fascinantemente absurdo y surreal. David Huxley (Cary Grant) es un paleontólogo que está a punto de finalizar un proyecto, evento cuya consecución dará paso a su matrimonio con una anodina mujer de la que realmente no está enamorado. Para alcanzar su objetivo profesional, necesita convencer a un inversor potente. Ha conseguido entrevistarse con el abogado de una millonaria dispuesta a invertir en este tipo de proyectos. Cuando están jugando al golf, David se topa accidentalmente con Susan Vance (Katherine Hepburn), sobrina de la millonaria (hecho que él desconoce) y persona que  provoca el caos allá donde va. A partir de ese momento, la estable vida de David empieza a tambalearse y se embarca en un sinfín de aventuras con el único propósito de conseguir la financiación para su museo. Pero no será tan fácil ya que en su camino encontrará grandes obstaculos; entre ellos, el amor.

Debo decir que, después de haberla visto un número indeterminado de veces, sigo considerando «La Fiera de mi Niña» la mejor comedia de todos los tiempos. Y no me refiero a que sea una película que mantenga una sonrisa en tu boca durante la mayor parte de su metraje; me refiero a auténticas carcajadas de una manera tan continuada que al día siguiente dudas del origen de las agujetas que castigan tu abdomen.

Howard Hawks

El responsable de esta excéntrica comedia fue Howard Hawks, quien ya en 1932 había inaugurado con «Scarface» un género cinematográfico hasta el momento inédito en el Séptimo Arte: el cine de gangsters. Estamos hablando, y en esto no admito discusiones, de uno de los tres mejores directores de la historia del cine, por lo que no es de extrañar que encontremos en su filmografía genialidades correspondientes a todos los géneros, incluyendo el western («Río Bravo y «Río Rojo»), el drama («Solo los Ángeles tienen Alas»), el cine de aventuras («Hatari»), el cine negro («El Sueño Eterno»), el cine bélico («El Sargento York») y la comedia («Luna Nueva», «Bola de Fuego»). Sobran comentarios.

Hawks imprime a la cinta un ritmo frenético, siendo esta una de las numerosas claves del éxito de la misma. Según sus propias palabras, sus películas eran un 20% más rápidas que las del resto de directores. Puede que fuera así, pero este hecho no era el responsable del excelente ritmo de sus obras, sino la maestría con la que narraba cada uno de sus argumentos. Gran parte del mérito del guión de la película es atribuible a su maravillosa mente. A pesar de no figurar en los créditos de la mayor parte de sus obras, era el principal responsable de los mismos; su voluntad de colaborar con los mejores guionistas de Hollywood, implicaba la cesión de todo el protagonismo en favor de dichos especialistas para evitar discusiones en la autoría.

Está claro que las situaciones descritas en el libreto de «La Fiera de mi Niña» son excepcionales, pero en mi opinión, por si mismas, perderían gran parte de su fuerza si no fuera por la actuación del portentoso elenco de actores que protagonizan esta cinta. Y no hablo solo de los protagonistas, sino de todos y cada uno de los secundarios, principalmente los interpretados por Charles Ruggles (Mayor Horace Applegate), May Robson (Tía Elizabeth) y Barry Fitzgerald (Aloysius Cogarty), que realizan un trabajo memorable. Por favor, atención a la actuación de Ruggles, tanto en la dicción como en el movimiento físico de su actuación; sencillamente perfecta y desternillante tanto a lo largo de toda la cena en la casa de Tía Elizabeth como cuando ésta termina y se dedica a la imitación del sonido que emiten los leopardos.

Mención a parte merece la brillante interpretación de Katherine Hepburn, apodada «veneno para la taquilla» por aquel entonces, debido a sus últimos y estrepitosos fracasos en la taquilla. Pero si alguien sobresale por encima del resto, ese es Cary Grant; cualquier adjetivo sería insuficiente para calificar su trabajo en esta película. El actor inglés evita el que había sido su habitual rol de galán de la época y se ríe de si mismo realizando una actuación muy física, siempre acorde con su personaje y nada deudora de su status de super estrella.

A pesar de tratarse de una de las comedias mas alocadas jamás filmadas, el mensaje que encierra es de lo mas profundo y racional. El tema fundamental que aborda es el de la guerra de sexos, pero la intención va mucho más lejos, ya que la verdadera guerra a la que asistimos es la disputada entre la cabeza y el corazón. La balanza se decanta claramente al lado del corazón (Susan) que arrastra poco a poco a David, personaje plenamente entregado a labores intelectuales, a su terreno para hacerle despertar de su letargo emocional.

Al escribir esta recomendación, he aprovechado para volver a ver este magnífico clásico y me ha vuelto a fascinar como el primer día. No me canso de ver a Cary Grant intentando zafarse de Baby mientras éste le agarra la pierna con sus zarpas, a Katherine Hepburn vacilando a la policía en un parking, y a Charles Ruggles asistiendo atónito al comportamiento rocambolesco de los invitados de Tía Elizabeth. Y vuelvo a sentir la magia al escuchar las discusiones de David y Susan. Tengo la certeza de que siempre que me encuentre de mal humor o haya tenido un mal día, «La Fiera de mi Niña» estará siempre a mi disposición para remediarlo.

Carlos Fernández Castro

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CURIOSIDADES

– La secuencia en la que se rompe el vestido de Susan está basada en una situación real que vivió Cary Grant en primera persona durante una velada en el Roxy Theater. Según cuenta el actor británico, al levantarse  de su asiento, la cremallera de su pantalón se enganchó a la parte trasera del vestido de la mujer que tenía delante y no tuvo mas remedio que caminar justo detrás de ella a su ritmo para no seguir rompiéndolo. Grant se lo contó a Hawks, al cual le gustó tanto la anécdota que decidió incluirla en el guión.

– Por aquel entonces, Grant tenía 34 años y temía no llegar a convertirse jamás en un estrella del celuloide, ya que actores como Errol Flynn o James Stewart, con edades similares, contaban ya con un gran reconocimiento.

– Dudley Nichols y Hagar Wilde se enamoraron mientras escribían el guión para la película.

– Katherine Hepburn no tenía miedo de interactuar con «Baby» (el leopardo), incluso jugueteaba con ella, mientras que Grant estaba aterrado y exigía la utilización de dobles en los planos en que tenían cualquier contacto directo.

– La película fue un auténtico fracaso en la taquilla, razón por la que, en un primer momento, Hawks se lamentó de haber construido unos personajes tan alocados sin dejar lugar alguno a la cordura en todo el film. Claro que quizás fuera demasiado avanzada para su época, ya que hoy día es considerada la vigésimo cuarta mejor película de la Historia del cine por Entertainment Weekly, entre las 50 mejores comedias de todos los tiempos por la prestigiosa revista Premiere, figura en el puesto 88 en la lista de las mejores películas del American Film Intitute y un largo etcétera.

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3 Comentarios

  1. Absolutamente de acuerdo. Películas como esta, solo se hacen una vez cada cien años. De hecho el mismo Hawks intento repetirla años mas tarde haciendo «Su juego favorito» y fue bastante peor, aunque he leído por ahí que también es una genialidad, pero a mi no me gusta tanto ni por asomo.
    Besos

    • Efectivamente Rodrigo,
      «Su Juego Favorito» pretende ser una suerte de remake de «La Fiera de mi Niña»; lo que me extraña es que Hawks no se diera cuenta que algo perfecto es difícil de mejorar. Aunque, revisando su filmografía, también encontramos, no solo uno, sino dos intentos de revisionar una obra maestra como «Rio Bravo», a través de trabajos muy inferiores como «Río Lobo» y «El Dorado». Craso error Howard.
      Un saludo

  2. me parecee una comedia genial,las actuaciones delos dos actores son excelentes la hepburn gran ctriz demuestra una vez mas sus dotes
    la historia es autentica y nueva,algunas partes pueden ser raras pero sin duda es una pelicula muy entretenida