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Martha Marcy May Marlene (2011)

Nota: 8

Dirección: Sean Durkin

Guión: Sean Durkin

Reparto: Elizabeth Olsen, John Hawkes, Hugh Dancy, Brady Corbet, Sarah Poulson

Fotografía: Jody Lee Lipes

Duración: 102 Min.

En los últimos tiempos, las mejores obras del cine independiente americano se están caracterizando por un pesimismo exacerbado, claro reflejo de la crisis económica, social y cultural en que estamos inmersos actualmente; por eso, no resulta extraño encontrarse, en un corto espacio de tiempo, con películas tan atormentadas como «Take Shelter» y la obra que nos ocupa -ambas de 2012-, o «Winter’s Bone» y «Drive«, estrenadas el año pasado. Esta circunstancia es probablemente consecuencia de una máxima que llevo escuchando desde que era un tierno infante: «no hay nada como la tristeza para que la inspiración llame a tu puerta«.

«Martha Marcy May Marlene» (ver ficha en Sensacine) es otra de esas películas dotadas de una atmósfera extraña y aparentemente calmada, que a todas luces anticipa una gran tormenta. El debutante Sean Durkin demuestra una gran personalidad al contar una historia que encierra una furibunda crítica social, además de exhibir sus grandes recursos para la narración cinematográfica.

Y es que Sean Durkin planifica sus secuencias pensando siempre en la sala de montaje, consciente de que es ahí donde definitivamente cobra sentido su plan maestro. Gran parte del éxito de su ópera prima depende de las estudiadas transiciones entre las dos líneas temporales que conforman el argumento: la primera, ubicada en la época en la que Martha (Elizabeth Olsen) vivía recluida en su pequeña y automarginada comunidad; la segunda, en el presente, después de haber huido de un entorno insano, en busca de un poco de calor familiar.

Es innegable que el cineasta americano, ganador del Premio al Mejor Director en el Festival de Sundance 2011, tiene un olfato privilegiado para recoger esos pequeños momentos -planificados por supuesto-, en los que sus actores dan lo mejor de si mismos y ponen todo lo que llevan dentro al servicio de sus personajes; hay una secuencia impagable en la que Martha descansa en un sofá, mientras en una habitación contigua su hermana y su cuñado hablan sobre su conflictivo retorno a casa; la cámara fija aprovecha la rendija que deja una puerta entornada para observarla a escondidas; de repente, ella mira a cámara. En ese momento, el espectador se siente casi avergonzado de haber estado espiando a la protagonista.

El debutante Durkin logra que en numerosas ocasiones nos sintamos como auténticos voyeurs del desmoronamiento progresivo de una joven que acaba de escapar de lo que en principio consideraba la solución a todos sus problemas. Y lo hace de una manera brillante; intermitentemente nos muestra las razones que han provocado ese estado de ansiedad y ese temor a su pasado mas inmediato, para acto seguido enlazarlo con momentos específicos del presente a través de un prodigioso uso del montaje.

«Martha Marcy May Marlene» muestra a unos jóvenes desencantados -que probablemente representan la visión que tiene Durkin sobre los adolescentes americanos en la actualidad-,  insatisfechos con sus vidas, y que reniegan de la sociedad en la que viven. Pero la alternativa resulta ser tan indeseable como aquello de lo que escapan; esa comunidad pseudo hippy, que pretende ser pura y estar libre de toda contaminación externa, es una auténtica farsa. El personaje interpretado por John Hawkes -un actor con un descomunal magnetismo, como ya demostrara en «Winter’s Bone»- es la perfecta representación de un ser corrompido que crea una comunidad fuera del sistema para poder manipularla a su antojo y sin competencia; es decir, la sublimación del sistema corrupto en que vivimos.

Además de un brillante juego de palabras cuyo origen descubrimos a lo largo de su metraje, «Martha Marcy May Marlene» es una película intensa y excepcionalmente dirigida; que descubre a una actriz superdotada (Elizabeth Olsen) para el drama y confirma a John Hawkes como uno de los animales mas feroces del panorama cinematográfico independiente USA; que contiene una agudísima crítica social ejecutada con sutileza y elegancia… A quién pueda interesar, hay un puesto menos por el que competir entre las mejores películas del año.

Carlos Fernández Castro

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4 Comentarios

  1. Qué buenísima pinta. Me ha atraido bastante que pongas tan por las nubes la dirección, porque hoy en día es fácil acostumbrarse a una dirección poco comprometida y sencilla contando con que luego se irá a la sala de montaje. Pero no, ambos factores deben ser complementarios, y al parecer esta película lo cumple. Así que la veré, a ver qué tal 🙂

    • Genial, estoy deseando saber tu opinión; es de lo mejor que se ha hecho este año. Este tipo promete grandes momentos cinematográficos.

  2. Acabo de terminarla justo ahora… Me han llamado la atención los detalles cuidadísimos y tan bien planificados. La fotografía, como bien habías adelantado, impresionante (bien merecido el premio a Mejor Dirección en Sundance), aunque me ha sobrado un pelín de etalonaje en algunos planos más cerrados. De todas formas, pocas cosas se ven tan cuidadas y de esta estética que busca una «naturalidad» algo inquietante.

    La historia callada, aparentemente calmada, lenta… muy descriptiva de esa especie de angustia vital que recorre la actualidad y más si es en artistas jóvenes como Durkin (que a ver qué ocurre con él, porque muchos que empiezan en esta línea luego se desvían ligeramente hacia el símbolo del dólar, pero bueno, como has dicho todo apunta a que promete grandes momentos :)). He notado algunos huecos argumentales, pequeños matices que han quedado en el aire, que a mi gusto le han quitado solidez al cuerpo de la película. Y el manipulador personaje de Hawkes increíble, consigue que se te revuelvan las tripas en cuanto esos brazos surcados de venas aparecen en plano.

    Por cierto, he visto que hay gente algo cabreada con el final, pero a mí me ha parecido un broche brillante. Una historia que se desarrolla así quedaría artificial con un final conclusivo (¿además qué final conclusivo se le puede dar a una vida y unos problemas como los de nuestra Martha?), y este es perfecto en cuanto a leve, silencioso, a la par que aguijoneante.

    Me ha gustado, en general 🙂 Muy chula la canción de Marcy’s song, pero más chula la de los créditos finales: http://www.youtube.com/watch?v=FB8N3zOpMi4

    • Sí, muy chulas ambas canciones, pero como bien dices, la canción final es un toque genial para suceder a un desenlace tan magistral como el que guarda esta inquietante película. Muy recomendable, verdad?