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Magical Girl (2014)

Magical GirlNota: 7,5

Dirección: Carlos Vermut

Guión: Carlos Vermut

Reparto: Luis Bermejo, Bárbara Lennie, José Sacristán, Lucía Pollán, Israel Elejalde, Alberto Chaves

Fotografía: Santiago Racaj

Duración: 127 Min.

A estas alturas, no merece la pena entrar a debatir si «Magical Girl» pertenece a una nueva ola de cine español o es simplemente una chispa en la oscuridad. Qué importa. Lo que no se puede discutir es que Carlos Vermut ha creado una obra sin complejos y conceptualmente complaciente con los que demandan un cine español con personalidad propia. A estas alturas de la historia del cine, ninguna película está a salvo de haber sido influenciada por obras, estilos o movimientos cinematográficos anteriores, y la reciente ganadora de la Concha de Oro no es una excepción. Pero es innegable que el director madrileño, a pesar de haber recurrido a materiales clásicos, ha construido un producto audiovisual a su imagen y semejanza, sin necesidad de mirar a nada ni a nadie con el rabillo del ojo.

«Magical Girl» es un thriller que puede llegar a descolocar al espectador medio, razón por la que la primera secuencia del film advierte sobre su atípica naturaleza. Las pinceladas de comedia negra aparecen en lo momentos menos esperados, el surrealismo que gobernaba «Diamond Flash», ópera prima del director, hace acto de presencia sin previo aviso. En definitiva, el capricho y el azar se erigen en los impulsos que hacen avanzar la narración, convirtiendo lo que podría haber sido un rutinario ejercicio de género en algo imprevisible.

Luis Bermejo en Magical Girl

¿Harías cualquier sacrificio para cumplir los sueños de alguien a quien quieres como a tu propia vida? ¿Aceptarías un chantaje para mantener en secreto inconfesable? Podríamos decir que los temas que preocupan a Carlos Vermut resultan familiares, pero no así su planteamiento. Aunque los personajes de «Magical Girl» actúen como una persona convencional nunca lo haría, piensan como cualquiera de nosotros. Teniendo en cuenta esta circunstancia, la línea que separa la sorpresa y el rechazo se torna más delgada que nunca. Se entra en su juego o no se entra.

A pesar de este leve peaje, estamos ante una película relativamente accesible, que tan sólo exige una pequeña colaboración por parte del espectador. La misteriosa e inquietante atmósfera que envuelve «Magical Girl» se sostiene a través de una desinformación que invita a múltiples interpretaciones. Desconocemos el pasado de los personajes, pero conocemos sus motivaciones. El perverso planteamiento de Vermut envuelve la película en una neblina que favorece el desconcierto, y a la vez actúa como uno de sus principales encantos.

José Sacristán y Luis Bermejo en Magical Girl

La mano de Carlos Vermut se percibe en la confección de los extravagantes diálogos, en esa forma discontinua de entrelazar líneas argumentales con la que somete al espectador, en la concepción de situaciones perversas que recurren al humor negro para dulcificar su impacto… No cabe duda de que estamos ante un autor que abraza el riesgo en cada una de sus decisiones. Sus personajes no suplican afecto, más bien provocan un cierto desprecio que permite observar la película desde una distancia calculada y sostenida por la incertidumbre.

El hecho de que «Magical Girl» haya ganado la Concha de Oro a la Mejor Película y la Concha de Plata al Mejor Director en el Festival de San Sebastián debería implicar un estreno por todo lo alto, pero el público español no está acostumbrado a terremotos de tamaña dimensión, y los distribuidores patrios son alérgicos a la incertidumbre. En condiciones normales, «Magical Girl» debería ser la película española del año, y José Sacristán uno de los actores más cotizados del momento gracias a exhibiciones como ésta. ¿Qué mejor momento para recuperar esa normalidad según la cual un buen producto sólo puede triunfar?

Carlos Fernández Castro

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7 Comentarios

  1. Ví la película hace un par de días y aún la tengo rondando por mi cabeza. Complejo puzzle que va encajando según avanza su metraje, que deja atrás unos minutos iniciales quizás algo reticentes para instalarse en una trama desasogante con un broche final excepcional. (Que grande Sacristán).

    Este año el cine español no ha dado películas dos películas excepcionales, de lo mejorcito de todo el panorama cinematográfico: Magical Girl y La isla mínima. La taquilla ha ido a parar a Torrente, pero eso, como dicen Sacristán y Kipling, ya es otra historia.

    Saludos

    • Jajaja, toda la razón Carlos, es una pena que películas como Torrente o El Niño se lleven la gloria, habiendo obras tan merecedoras de reconocimiento como Magical Girl. Que le vamos a hacer… Me alegro que te gustara la película, está pasándolo muy mal en la taquilla.

      Carlos

      • Buena crítica ! Gracias! Coincido en lo extraordinario de la película y en la falta de visión y coraje de los distribuidores por resaltar, un nuevo producto que podría sintonizar con el público. Antes de decidirme a ir a verla miré en la web tratando de encontrar alguna información y lo que encontré fue poco estimulante. Si no fuera por el premio de San Sebastián no hubiera ido. Las primera escenas de presentación de los personajes me cautivaron, son excepcionales. Las imágenes de presentación de las dos niñas son cautivadoras, y tienen suficiente fuerza para motivar y dar sentido a toda la película. Luego el humor negro y las situaciones inesperadas sostienen un guión que ademas de dejar muy libre a la imaginación del espectador, cosa poco común en el cine español, sabe como cerrar. Mi enhorabuena al Director que ha arriesgado y acertado con un proyecto complicado y atractivo. Esto si es proponer algo nuevo!
        Antonio

  2. Ayer estuve viendo Magical Girl. Tengo sentimientos encontrados respecto de esta peli. Por un lado me parece sobrevalorada: collage de simbolismos y connotaciones que, en principio más que remar a favor de la trama, se asemejan a un exorcismo psicológico, por no hablar de una exhibición de conocimientos eclécticos disfrazados de homenajes a Edgar Allan Poe o Yukio Mishima entre otros.
    Adoro las elipsis: empecé a amar el cine con Tarantino. Sin embargo, la de Magical Girl se me antoja demasiado obtusa como para sostener toda la trama. Para mi gusto, le ha faltado una manita de barniz para redondear el asunto, sobre todo cuando los arcos argumentales se desarrollan de forma tan especular.
    Ahora bien, por otro lado me dejó pensando en cómo encajan los deseos de unas personas con las debilidades de otras, y si no serán estos los platos y los piñones que mueven la bici de las historias humanas. Basicamente no sé si dedicarle más tiempo a esta reflexión o seguir buscando una peli que se lo merezca más… ¿Usted qué opina Sr. Fdez. Castro…?

    • He de confesar que estoy bastante de acuerdo en la mayor parte de los argumentos que esgrimes para criticar Magical Girl, pero hay algo en esta película, un componente mágico difícil de explicar, que compensa parte de sus defectos. Sin lugar a dudas, es una película de guión caprichoso en el que hay que creer a ciegas, aunque mienta.

      En términos de reflexiones, me gustaría recomendarte una película que probablemente hayas visto: es chilena y se llama ‘No’. Si la has visto, creo que habrá suscitado en tu mente privilegiada más de una reflexión, ¿verdad, Sr Chacón?

      • Pues NO…
        NO la he visto…
        Pero veré NO, y cuanto antes…
        Muy a mi pesar sigo dándole vueltas a «Magical Girl»… Mal asunto, síntoma de que puede acabar en reflexión.

        Por más que procuro sonsacarle a Carlos Vermut (vía Twitter) o a Bárbara Lennie, ¡incluso a Luis Bermejo!, en qué consiste esa elipsis argumental que tanta luz arrojaría sobre la historia, intuyo que no lo voy a conseguir. No es lo más importante: lo verdaderamente fascinante (y lo que me tiene la espalda rota de aguantarme la cabeza) es cómo arma un puzzle humano empleando como pegamento esa bomba de racimo que es el chantaje emocional. Quizás la más destructiva de todas, porque todos (salvo los muy yoguis) somos vulnerables a ella. Nadie (salvo los muy psicópatas) se salva: todos tenemos un talón de aquiles emocional.

        Con la presión y la puntería adecuada, todos somos susceptibles de transformarnos en personajes vermutianos. Pero voy más allá (y aquí es donde empiezo a darme miedo), viendo Magical Girl me he percatado de que el chantaje emocional es como el karma o como las corrientes de aire: produce vacíos atmosféricos que irremediablemente se han de rellenar con sistemas de altas o bajas presiones, lo que produce, en este caso, borrascas emocionales con chuzos que caen de punta.

        En resumen: he echado de menos en Magical Girl una secuencia-homenaje a los hombres del tiempo.
        Un abrazo Sr. Fdez. Castro. Gracias por la recomendación y por darme bolilla.

  3. Gracias Carlos!
    Estuve disfrutando de NO este finde. Me la vi dos veces y la disfruté muchísimo.
    Y sí, suscita muchas reflexiones, sobre todo porque (no sé si en tu recomendación tb lo tuviste en cuenta) al compartir profesión con los protagonistas (un puntazo poner el foco en los publicistas encargados respectivamente de las campañas a favor y en contra del cambio de gobierno en Chile), soy consciente (o puede que me los invente) de una serie de mensajes implícitos.

    Al menos en mi cabeza esta reflexión está en marcha. No sé si la trasladaré a la pantalla porque me gustaría, siguiendo el ejemplo de René Saavedra, centrarme en mensajes optimistas y humorísticos. Lamentablemente (entiendo que esto debe formar parte de mi carácter) tiendo a visualizar los aspectos más ásperos en esta cinta y a deducir que son estos y no los otros los que el director desea denunciar a pesar del carácter casi siempre festivo de tan propicio cambio de gobierno en el país andino.

    Sea como fuere, quería agradecerte que me hayas descubierto esta joya que completa aquella otra que es La Batalla de Chile.

    Un fuerte abrazo.
    Rubén.