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Psicosis (Pchycho) (1960)

Nota: 9

Dirección: Alfred Hitchcock

Guión: John Stefano (Novela: Robert Bloch)

Reparto: Anthony Perkins, Janet Leigh, Vera Miles, John Gavin, Martin Balsam

Fotografía: John L. Russell

Música: Bernard Herrmann

 “Psicosis” siempre me ha resultado un film fascinante y demoledor; de esos que dejan poso. Desde un guión tan cuidado como siempre en sus obras; unos actores seleccionados con el acierto habitual; y una banda sonora inconfundible, compuesta por el legendario Bernard Herrmann; hasta los títulos de crédito de Saul Bass, que abren y cierran la película como si de un envoltorio de regalo se tratara, sabiendo que lo que esconde en su interior es una bomba de relojería.

SI QUIERREN PROFUNDIZAR ….

No es fácil encasillar “Psicosis” en un género concreto. Algunos la califican como una película de suspense, otros la consideran un film de terror; pero lo cierto es que la complejidad de esta obra impide una etiquetación convencional. Hitchcock da rienda suelta a una de las obsesiones recurrentes en su filmografía, y lo hace sin concesiones: la figura de una madre dominante y castrante, también determinante en “Los Pájaros”, “Encadenados” o “Marnie, la Ladrona”, cobra un especial protagonismo en “Psicosis”. Sin lugar a dudas, el manejo que el maestro británico hace de este personaje es uno de los grandes aciertos de esta mítica obra.

Sir Alfred es menos compasivo con sus personajes que en obras anteriores. Marion (Janet Leigh) es infeliz, no le gusta su trabajo, y tiene una relación amorosa insatisfactoria con un hombre (John Gavin) al que quiere, pero que no se compromete enteramente con ella, debido a su situación personal y a las represivas normas sociales. Cuando decide escapar de la vida que ha llevado hasta ese momento, realiza un acto delictivo impropio de su naturaleza. Marion se arrepiente, pero Hitchcock no le perdona. Antes de cometer el delito, muestra a Janet Leigh con un angelical sujetador blanco, pero cuando está en el hotel, dispuesta a esconder el dinero, lo sustituye por uno negro, símbolo de la suciedad moral con la que el director viste a su personaje. A partir de ese momento, tanto el amante de Marion (John Gavin) como su hermana (Vera Miles) tendrán que iniciar una investigación que les llevará por unos derroteros inesperados.

Al tratarse de un proyecto muy personal, el orondo director británico recurrió a una unidad de rodaje que se utilizaba habitualmente para hacer “Alfred Hitchcock Presenta…”. Además, exigió el control absoluto sobre el marketing de la película, manteniendo un silencio sepulcral en torno al argumento y sus giros de guión; consideraba que el desconocimiento de los mismos por parte del espectador, era una de las claves del previsible éxito en la taquilla, circunstancia que, como es sabido, preocupaba sobre manera al director británico.

 INICIO DE SPOILER

Pero si hay algo fascinante en esta película es la utilización del personaje interpretado por Janet Leigh en el guión. Para entender la trascendencia del mismo, es necesario entrar en antecedentes. Por aquel entonces, Janet Leigh era una de las actrices más famosas de Hollywood, si no la más famosa, como hoy día podríamos hablar de Angelina Jolie o Julia Roberts. Pues bien, Hitchcock tiene el valor de matar a su personaje (Marion), protagonista indiscutible de la película hasta ese momento, a los 40 minutos de metraje, dejando al espectador huérfano, o más bien traspasando el peso del film a un personaje mucho menos “simpático”, y con el que el espectador difícilmente puede identificarse. ¿Os imagináis que esta maniobra fuera realizada en una película actual?

También cabe destacar la mítica secuencia en la que Marion es asesinada a manos de “Mamá Bates”, una de las más espeluznantes de la historia del cine, merced a la meticulosa planificación, filmación y posterior montaje de la misma. Esa sombra que se vislumbra tras la cortina mientras Marion se ducha; ese plano contra-plano en el momento en que las puñaladas hacen presagiar lo peor; el sonido seco de los cortes en el cuerpo de Marion; su cuerpo resbalando lentamente por hasta caer abatida en la bañera; el último suspiro mientras agarra la cortina intentando erguirse; el agua tintada de sangre desembocando en  el desagüe… Señoras y Señores, esto es CINE.

 FIN DEL SPOILER

«Psicosis” es una película relativamente sencilla. Hitchcock parece estar de buen humor y juguetea todo lo que puede desde el punto de vista técnico y narrativo, gracias al bajo presupuesto con el que decide rodar. Invierte todo su ingenio y sus conocimientos para realizar planos atrevidos e innovadores. Tampoco falta a su cita con el suspense, suerte que dominaba como ningún otro director. El encuentro entre Marion y el policía es una buena muestra de ello, así como el interrogatorio al que Arbocast (Martin Balsam) somete a Norman Bates (Anthony Perkins). Si nos detenemos a examinar estas situaciones, comprobaremos la habilidad que caracterizaba al director británico en el manejo del tempo narrativo; sabía hasta qué punto podía estirar la cuerda sin llegar a romperla, para acto seguido destensarla, y volver a realizar la misma operación una y otra vez, buscando el límite del espectador.

Acompañado por la música de Bernard Herrmann, todo resulta un poco más aterrador. Habitual en las películas de Hitchcock, vuelve a componer una partitura imperecedera, que acentúa los momentos críticos del film, y ayuda a construir una atmósfera malsana a lo largo de todo el metraje.

En su reparto, no solo destaca el nombre de Janet Leigh, sino que también podemos disfrutar de la inquietante presencia de Anthony Perkins,  y las magníficas interpretaciones de Vera Miles, Martin Balsam, John Gavin y una tétrica casa en lo alto de una colina que funciona como un personaje más. Perkins consigue transmitir indefensión y debilidad, aunque desde su primera conversación con Marion, se atisba la posibilidad de que debajo de esa apariencia pueda haber algo más. Nunca volvió a ser el mismo después de este complicado trabajo.

“Psycho” es una de esas películas que merecen ser exprimidas concienzudamente. Sin embargo, si no estáis por la labor, puede ser disfrutada como un mero entretenimiento, característica común a todas las producciones del maestro británico. Después de verla, algunas de sus imágenes jamás abandonarán vuestro. Ducharse en un motel, perdido en mitad de ninguna parte, no volverá a ser una actividad cotidiana.

Os dejo un magnífico e interesantísimo trailer de la época, en el que Alfred Hitchcock hace un recorrido por los escenarios de la película. No os lo perdáis:

Carlos Fernández Castro

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CURIOSIDADES Y ANÉCDOTAS

Alfred Hitchcock compró los derechos de la novela a Robert Bloch  de manera anónima y por tan sólo 9.000 dólares. Acto seguido, compró tantos ejemplares como pudo para evitar que el mínimo número de personas conocieran el final antes de ver la película.

– Las razones por las que «Psicosis» fue rodada en blanco y negro fueron dos: la primera por motivos presupuestarios y la segunda para evitar que fuese demasiado «gore» o sangrienta debido a los numerosos planos en que se muestra sangre de forma explícita, aunque solo esté presente en una secuencia de la película.

– El film costó 800.000 dólares y ha conseguido, hasta la fecha, mas de 40 millones de dólares.

– «Psycho» es la primera película americana en la que aparece un retrete, del cual se tira la cadena.

– Anthony Perkins cobró 40.000 dólares por su papel, cantidad igual a la que Marion hurta en la película.

– En 2007 el American Film Institute voto «Psycho» como la 14  Mejor Película de todos los tiempos.

– Hitchcock planificó inicialmente la secuencia de la ducha sin música, pero Herrmann hizo oídos sordos y compuso una partitura para la misma. Cuando Hitchcock hizo una prueba con la música compuesta por Herrmann, no dudó en incorporarla. Ambas tomas se pueden apreciar en diversos DVD que incorporan ambas versiones a sus Extras.

– Hitchcock estaba tan contento con el trabajo de Herrmann que le dobló el sueldo, ya que opinaba que el 33% del efecto de la película se debía al trabajo del compositor.

– La secuencia de la ducha tardó una semana en rodarse.

 

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1 Comentario

  1. Sin ser de la mejores del maestro no deja de ser cine arte, ese donde confluye fotografía, interpretación y música. Un ejemplo claro del «mínimo para máximo «que tanto excasea últimamente.