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Begin Again (2013)

begin againNota: 6,5

Dirección: John Carney

Guión: John Carney

Reparto: Keira Knightley, Mark Ruffalo, Adam Levine, Haidee Steinfeld, Katherine Keener, James Corden

Fotografía: Yaron Orbach

Duración: 104 Min.

Como su propio nombre indica, «Once» (una vez, en inglés) sólo podía ocurrir una vez en la vida. Pero John Carney no parece ser de la misma opinión. Para su nuevo trabajo, el director irlandés ha intentado reproducir el espíritu de su aclamado musical, incorporando algunas variantes que, salvando las distancias, lo hacen parecer una versión glamourosa del mismo: el cantante independiente Glen Hansard es sustituido por el archiconocido Adam Levine (Maroon 5), mientras que la búlgara Markéta Irglová cede su puesto a la princesa del cine británico Keira Knightley. Pero el dinero nunca ha sido suficiente para comprar magia, y en el caso de John Carney, tan sólo ha servido para alcanzar la enorme audiencia que hubiera hecho de «Once» un éxito sin precedentes. Contradictorio, ¿verdad?

No obstante, «Begin Again» es una «feel-good movie» entretenida, que te embauca sin dificultad si eres lo suficientemente permisivo como para pasar por alto su descuidado guión. John Carney nos ofrece la cara y la cruz de sus habilidades como cineasta. Mientras que su escritura denota grandes dosis de precipitación y una alarmante indiferencia hacia los detalles y el desarrollo de las situaciones, su dirección exhibe un acertado ritmo y el suficiente dinamismo para que el espectador se involucre inmediatamente en la historia de Gretta (Keira Knightley) y Dan (Mark Ruffalo). En este sentido, resulta especialmente acertado el empleo del montaje en la primera mitad del metraje. Una serie de flashbacks, engarzados de manera desordenada y brillante, van resolviendo paulatinamente la incertidumbre respecto a cómo han llegado los protagonistas al interesante punto de partida que plantean las primeras imágenes del film.

grabando

«Begin Again» también se beneficia de la imaginación con la que el director encaja las canciones de la BSO en el argumento. Un buen ejemplo de ello es la segunda interpretación de Gretta; presenciada desde la perspectiva de Dan, refleja con originalidad el funcionamiento de la cabeza de un productor musical…borracho (una puesta en escena acústica, a la que se van incorporando diferentes instrumentos musicales como por arte de magia). Esa misma creatividad, junto las atractivas localizaciones que proporciona la ciudad de Nueva York, transforman las actuaciones de Gretta y su variopinto grupo, en el recurso ideal para transmitir el romanticismo que persigue su director.

Pero el punto álgido de la película, y una de las razones por las que merecería la pena verla, es el momento en que Gretta y Dan caminan por la calles de Manhattan unidos por un reproductor de música y dos pares de cascos. Tanto el uno como el otro comparten sus canciones favoritas y las cantan a plena voz, como el que derrama sus sentimientos en forma de notas musicales brotadas del corazón. Una preciosa forma de sincronizar a dos personajes, que desde ese mismo momento se convierten en siameses unidos eternamente por la música.

Ruffalo knightley y los cascos

Sin embargo, algunos de los logros de esta película se ven empañados por la excesiva ambición del guionista, a quién la sencillez de la línea argumental principal parece saberle a poco. La historia de la chica abandonada por un novio que de la noche a la mañana se convierte en súperestrella de pop, y el fundador de un sello independiente que ha sido despedido de su propia productora, da lugar a numerosas ramificaciones que no son desarrolladas como requeriría su dimensión humana. Carney bien podría haberse ahorrado la relación de Dan con su hija o su maltrecho matrimonio, pero sacrifica el acabado de la propuesta por el alcance sentimental que proporcionan ambas situaciones.

Afortunadamente, el encanto de Mark Ruffalo, que vuelve a interpretar a un tipo descuidado, despistado, y vulnerable, es decir, a Mark Ruffalo, compensa parcialmente el despropósito comentado en el párrafo anterior. Es Keira Knightley la que no da la talla, especialmente en los primeros planos. Su expresividad parece constantemente forzada y llama la atención por su falta de naturalidad. Sin embargo, sale airosa del reto que suponen sus interpretaciones musicales. La protagonista de «Piratas del Caribe» no tiene una gran voz pero defiende con dignidad las fabulosas canciones que componen la banda sonora.

beginagain-still

Porque en el fondo, «Begin Again» trata sobre la industria musical. Bajo esa capa de romanticismo y buen rollo, encontramos una crítica furibunda contra todos los intermediarios que se apoderan del grueso de las ganancias producidas por los verdaderos protagonistas de este negocio: los músicos. Y lo más sorprendente de todo es que una estrella de la dimensión de Adam Levine se haya prestado a participar en una película tan aparentemente contraria a su estatus en la vida real, y se haya reído de sí mismo haciendo gala de una ausencia total de sentido del ridículo (el bigote, la barba, el gorro de alternativo cool) . Su personaje es el ex-novio de Gretta, un tipo con aspiraciones artísticas de lo más puras, que a la mínima oportunidad vende su alma a un sello discográfico a cambio de fama y dinero. ¿Acaso se siente reflejado en este personaje y se arrepiente de su trayectoria? Si es así, ¿su participación en esta película es una llamada de socorro? ¿O en realidad es un intento de alcanzar a través del cine un nivel superior en su popularidad?

«Begin Again» aspira a enamorar a los amantes del cine independiente y a los incondicionales de las dramedys románticas, tan en boga últimamente. Y probablemente tanto unos como otros la vean con agrado, aunque en ninguno de ellos deje huella, más allá de su contagiosa banda sonora y algunos momentos especialmente inspirados. Sea como fuere, la película supondrá una nueva oportunidad para John Carney, quién inicia con ella su vertiginoso salto al nuevo mundo, su oportunidad para empezar de nuevo.

Carlos Fernández Castro

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3 Comentarios

  1. Me parece extraordinaria la descripción de la comedia musical que vimos en Londres, tendré que ver la película para saber si los actores en ella están a la altura de lo que los que hicieron el musical. Ánimo

  2. Pura esencia del extraordinario cine formulado desde la sencillez. Hoy se aplaude el vacío y efectismo de gentes como Nolan, Tarantino, Anderson o Afferosky (este último seguro mal escrito) cuyos trabajos, no todos, sí la mayoría tienen más tramposa facilidad adolescente y pueril que la película que nos ocupa, aunque no lo parezca. El tiempo vs cine que nos a tocado vivir vs padecer. Saludos