Breaking Bad (2008-2013)
¡Benditos sean los que todavía no han oído hablar de Breaking Bad! ¡Por que aún existe esperanza! ¡Por que aún es posible abrir los ojos y sentir el corazón latir atropelladamente! ¡Pecadores insensatos, no esperéis más! Todavía estáis a tiempo de decir a vuestros nietos : «Yo vi Breaking Bad», «Yo sufrí con Walter White», «Yo lloré con Jesse Pinkman».
Posiblemente pensaréis que soy un exagerado si digo que la serie que nos ocupa, que emite la cadena AMC, responsable de muchos y variados éxitos como «The Walking Dead», «Mad Men», «The Prisoner» y «Rubicon«, es la mejor que he visto en la última década, a la altura de joyas como «Los Soprano» o «The Wire», para alegría de mi «master director». Vaaaleeee, soy un exagerado……
¡NO!, no lo soy, y os voy a contar las razones de porque «Breaking Bad» ha conseguido aunar multitud de críticas positivas, a la par que varios premios Emmy, considerados los Oscar de la televisión: Mejor Actor de Serie Dramática tres años consecutivos para Bryan Cranston (2008,2009 y 2010), Mejor Actor Secundario de Serie Dramática para Aaron Paul en 2010 y Mejor Montaje de una Serie Dramática en 2008.
Breaking Bad nos habla de la familia, de la amistad, de equivocaciones, de mentiras, de la búsqueda del perdón, del amor, de hipocresía, de los miedos, de las esperanzas, de la superación…. de todo eso, sí, pero también nos habla de drogas, muerte, mafias, asesinatos, explosiones, enemistad, rencor, odio, rabia, disparos, armas, tejanos, mejicanos, policías, de la DEA…..
¿Y de que santa manera ha conseguido el creador de la serie, Vince Gillian, convertir todo ese batiburrillo en una de las mejores series de televisión?
Podemos empezar comentando someramente la sinopsis de la serie. Como es norma de la casa, voy a obviar cualquier spoiler, porque el objetivo de este extenso comentario es picar la curiosidad de ese espectador acomodado, ese al que le dan todo bien masticadito y por no saber, no sabe que hay un mundo más allá de los Grandes Hermanos, Sálvames y el fútbol.
Breaking Bad tiene lugar en la ciudad de Alburqueque, en el estado de Nuevo Méjico. El lugar de la acción tiene una importancia capital para el desarrollo de la serie, al utilizar muchos elementos latinos, tales como la música, diversos y característicos personajes, y espacios naturales, como el desierto que rodea la ciudad. En esa ciudad vive cómodamente Walter White, profesor de química en el instituto, marido de Skyler White, embarazada de su segundo hijo/a y padre de Walter Jr., el hijo adolescente que nació con parálisis cerebral, que le provoca problemas de movilidad, por lo que se ayuda de muletas para caminar. Junto a ellos se encuentra la hermana de su mujer, Marie Schrader, casada con Hank, agente de la Agencia AntiDroga y ambicioso policía.
Hasta aquí, la vida es maravillosa, pero todo cambia el día en el que a Walter le diagnostican un cáncer pulmonar terminal. Entonces todas las ilusiones puestas en esa nueva vida, las cuales iban a comenzar con la llegada de un bebé a casa, se rompen en mil pedazos. Es en ese momento, cercano a la cincuentena, cuando el miedo se apodera de él, y en contra de todos los valores que habían marcado su existencia, decide, en un acto de total amor a la familia (pues así lo veo yo), romper con todas las reglas establecidas y empezar a vivir siempre al borde del precipicio, pendiente de no cometer ni el más mínimo error.
Gracias al azar, y a su cuñado, se encuentra con un antiguo estudiante del instituto, de profesión, camello y, además, yonki; Jesse Pinkman cambia la vida de Walter y le da un giro de 180 grados. Nuestro protagonista necesita desesperadamente reunir todo el dinero que pueda, para que cuando él no esté, no le falte de nada a su familia. Para ello decide proponer a Pinkman un negocio, aprovechando sus conocimientos de química; él producirá la mejor metanfetamina del mercado, y Pinkman será el encargado de distribuirla. La producción marcha estupendamente, el producto es de lo mejor que hay desde El Paso hasta Santa Fe, pero existe un inconveniente con el que no contaban: su cuñado Hank está obsesionado con atrapar al que todos llaman «Heisenberg»….
Ya se han realizado tres temporadas y la cuarta va en camino. El nivel narrativo, visual y actoral de la serie va in crescendo. Estamos ante una serie muy pesimista, que se sustenta en el principio de que cuando algo va mal, siempre puede ir a peor. Y, en este caso, directamente se va al infierno.
Lo que no se le puede achacar a Breaking Bad es su valentía, porque trata temas espinosos, como son las drogas y sus consecuencias. Pero, y aunque parezca mentira, el mundo de la droga no deja de ser una distracción del verdadero motivo de la serie; por lo menos en las dos primeras temporadas. No es otro que la desesperación por proveer a la familia, el instinto de supervivencia, un instinto básico, que permanece escondido en todo hombre y mujer, y que no aparece hasta que no se necesita desesperadamente.
Bryan Cranston ha conseguido dotar a Walter White de una familiaridad aplastante. Somos capaces de entender, sin ninguna duda, sus actos, aunque estos sean delictivos.¿Quién no haría lo que fuera por su familia? A lo largo de estas tres temporadas, Cranston, al que ya conocíamos como el padre de familia de «Malcolm in the middle», nos permite observar la evolución de un atormentado hombre con un especial apego a la familia.
El personaje de Skyler, mujer de Walter, está interpretado por la actriz Anna Gunn. Es a partir de la segunda temporada que Skyler aumenta su protagonismo en la serie. Al principio no dejaba de ser la típica mujer sumisa norteamericana, pendiente de su hijo y de su marido, incluso un pelín frustrada por no poder continuar con su antiguo trabajo. Pero con el paso de los episodios, Skyler se da cuenta de la realidad y decide afrontarla de una sorprendente manera. Voy a ser sincero con todos vosotros; hubo un momento de la segunda temporada en que odiaba profundamente a Skyler. En cuanto aparecía por pantalla, juraba en arameo y eso es mérito único del guionista y de la estupenda Anna Gunn. Era tal el afecto que le profesaba a Walter White que cualquier cosa que le pasara me afectaba a mí también, lo cual me ha sucedido en muy contadas ocasiones.
El tercer personaje y vértice familiar de la serie es el personaje del cuñado político de Walter, Hank Schrader, que está casado con la hermana de Skyler. El bruto de Hank está interpretado por Dean Norris, y muy bien interpretado, por cierto. Su problema es que es un bocazas, pero en el fondo tiene miedo, mucho miedo. Asistimos a su total transformación a lo largo de la serie, pues le sucede casi de todo.
Fuera de la familia, y cuadrando el círculo, Aaron Paul interpreta al drogadicto Jesse Pinkman. Pinkman se convierte en el único amigo de Walter, su confidente. Pero es un desastre de hombre. Muchos de los problemas que debe afrontar Walter son por su culpa, por su ineptitud y poca cabeza. Y Aaron Paul se ha crecido en estos tres años de una manera exponencial. El retrato que dibuja de un joven rebelde, adicto a la meta y marrullero, le ha catapultado al olimpo de los intérpretes televisivos. Y no es una exageración. Démosle tiempo al tiempo.
El resto de actores secundarios da empaque a la serie. Ninguno flojea, todos dan la medida correcta. Si hubiera que destacar a alguien sería Bob Oderkirk, que interpreta a un abogado del diablo llamado Saúl Goodman. Es el típico abogado que siempre consigue sacarte de un embrollo, porque conoce a un tipo, que conoce a un tipo, que conoce a otro tipo. Ya me entendéis.
En definitiva, si de algo tenemos que dar las gracias a Breaking Bad es que nos ha proporcionado multitud de iconos televisivos que algún día serán recordados con nostalgia. Porque cuando hablamos de Breaking Bad, pensamos en caravanas en el desierto, Heisenberg, en el cristal azul, en Tuco Salamanca, en la cadena de restaurantes Los Pollos, en la pareja de gemelos asesinos, en el ding, ding, del timbre del viejo mejicano, y mucho más……. que no quiero desvelar.
También os dejo disfrutar con la canción que «Los cuates de Sinaloa», un grupo mejicano, compuso para la serie, concretamente para el episodio 7 de la 2ª Temporada. «Negro y Azul», se llama la canción, y no tiene desperdicio.
Carlos Hillman
Sin duda una de las mejores series de los últimos años. Bryan Cranston está simplemente perfecto en el papel de perdedor castigado por la mala suerte que no ve otra salida que vender droga. Muy acertado el comentario del desierto como parte esencial, es como si fuera un lugar mágico en el que cualquier cosa puede pasar. Para mi no esta a la altura de The Wire pero es que eso son palabras mayores. Felicidades por dar a conocer esta maravillosa serie.
En mi opinión habéis tardado en dar a conocer esta obra maestra, supongo que por la multitud de tareas que supone un blog que auna tan y tantas cosa buenas, pero a lo que iba, el que haya disfrutado igual que lo he hecho yo con esta maravilla de serie estará esperando su 4ª temporada, que unos y otros dicen que al final si sale adelante pero que su alto coste ha sido una de las razones de su retraso. De todo lo demás ya lo habéis dicho todo aquí, Brian Cratson inmejorable dando vida a cualquier padre de familia corriente y que a medida que pasan los capítulos se hace fuerte ante todos y ante todo. Y Aaron Paul el chico malo yonki, que parece cagarla en todo lo que hace evoluciona de una manera brillante en la serie. Mención a los secundarios en los que en la 2ª y 3ª temporada se les da un protagonismo esencial para no desgastar la serie ni a los protas. En fin disfrutar todos los que podáis de esta serie, porque vale la pena.
Buenas Sergi,
Tu lo has dicho, con tanto cine y tantas series buenas, no damos abasto. Y la verdad es que Hillman llevaba tiempo queriendo hacer una crítica de «Breaking Bad», pero no se decidía por el inmenso respeto que le tenía. Aprovecho para decir que, desgraciadamente, ésta fue su ultima aportación a la página; a partir de ahora, por problemas de agenda, solo podrá colaborar muy esporádicamente con nosotros. Afortunadamente, hemos podido disfrutar de sus textos en los últimos meses.
Un saludo
Una pena, porque creo que esta sección da para tanto como la del gran celuloide, pero bueno, seguiremos observando.. un saludo