Tránsito (Stay) (2005)

Nota: 8

Dirección: Marc Forster

Guión: David Benioff

Reparto: Ewan McGregor, Naomi Watts, Ryan Gosling, Bob Hoskins, Janeane Garofalo

Fotografía: Roberto Schaefer

Duración: 99 Min.

En el momento en que se estrenó esta película, Marc Forster ya nos había sorprendido con obras tan dispares como la imaginativa «Descubriendo Nunca Jamás» y la perturbadora «Monster’s Ball»; ambas de una calidad indiscutible. Cuando todos intentábamos adivinar hacia qué lado se inclinaría la balanza en su próximo proyecto, el director suizo nos dejó atónitos con «Tránsito», una cinta insólita que no fue entendida en su momento.

A pesar de estar realizada por uno de los directores del momento y contar con un reparto estelar, liderado por Ewan McGregor y Naomi Watts, «Tránsito» pasó inexplicablemente desapercibida. En ella se pudo empezar a apreciar que Ryan Gosling estaba llamado a ser una gran estrella; realiza un papel secundario, pero de una gran repercusión para el devenir de los acontecimientos.

«Tránsito» no provoca indiferencia; la amas o la detestas. Forster asume múltiples riesgos en su tercera película americana, explorando lugares rara vez transitados en cine; es imprescindible que el espectador se entregue desde el primer momento a la experiencia que propone este film, que preste atención constante a los detalles y no ceda ante la desorientación que provoca el argumento; a pesar de que pueda parecer lo contrario, el magnífico montaje de este film está minuciosamente planificado para que el espectador pueda ir colocando las piezas del puzzle a medida que avanza el metraje; créanme, la última secuencia recompensa sobradamente los esfuerzos realizados.

«Tránsito» hace gala de una estética deslumbrante y un estilo visual vanguardista, muy acorde con el terreno en el que se mueve el argumento. Marc Forster demuestra ser un director muy versátil, tanto en la temática como en su estilo narrativo. Estamos ante una de las obras más deslumbrantes del último cine americano; a pesar de que algunos acaben con la sensación de tomadura de pelo, posteriores visionados añaden información y permiten percibir detalles que elevarán esta obra a la categoría que merece. Recuerden estas palabras; después de verla, me darán la razón.

Carlos Fernández Castro