Blog de Cine

Yo vengo aquí a hablar del libro: La Mansión Encantada (The Haunting of Hill House)

El objetivo de estas líneas es comparar, de forma muy resumida, las películas con los libros en los que se basan. El cine ha bebido de la literatura desde siempre y puede resultar interesante ver cuáles son las similitudes y diferencias entre las dos representaciones de una misma obra: veremos finales que se cambian, cómo algunos personajes desaparecen, aparecen o cambian, los giros en la trama para que teóricamente ésta resulte más interesante en pantalla, qué se corta, qué se alarga y qué se añade, etc. Para ello tendremos a veces que contar detalles que es mejor no desvelar a aquellos que no han visto la película o leído el libro pero bueno, ya estáis avisados…

La autora de «La maldición de Hill House» es Shirley Jackson, nacida en San Francisco en el año 1916. Es relativamente desconocida y llegué hasta ella gracias a mi afición por el género de terror (ya venga envasado en forma de libro o película). Encontré «The Haunting of Hill House» en las estanterías de una librería y no me decepcionó, como posteriormente tampoco lo hizo la película del año 1963. Puntualizo porque existe otra versión de 1999 que, en mi opinión, es bastante aburrida, aparte de no tener nada que ver con el texto que supuestamente toma como referencia. De hecho, he leído alguna vez que la versión de 1999 no alude a este libro sino a otro : «Hell House» de Richard Matheson que también fue llevado al cine con el nombre de «La leyenda de la Casa del Infierno» (The legend of Hell House).

El tema que desarrolla Jackson en el libro, y que el director Robert Wise traslada a la pantalla, no es nuevo: la casa encantada. El Dr. Montague y tres jóvenes (Theodora, Luke y Eleanor) pasan unos días en una casa supuestamente maldita para estudiar los fenómenos paranormales que puedan tener lugar en ella. Theodora y Eleanor fueron elegidas por poseer habilidades fuera de lo normal. En el caso de Theodora, adivinar un numero inusual de cartas sin verlas y en el de Eleanor, provocar una lluvia de piedras en su casa durante tres días.

Ni el libro ni la película se centran en sustos, objetos que cambian de posición o extrañas apariciones. Ambas intentan describir un miedo bastante más sutil: el de perder el control de uno mismo sin que siquiera nos demos cuenta. Esto es precisamente lo que parece ocurrirle a Eleanor, la protagonista.  Digo parece porque quien lea el libro tampoco tendrá muy claro que es lo que está pasando. En ocasiones pensará que todo ocurre en la mente de Eleanor y, al volver la página, se encontrará con que estaba totalmente equivocado sólo para volver a cambiar de opinión veinte páginas después. Lo que el lector sí tendrá claro es que Hill House ha elegido a Eleanor como su víctima y que esta última irá poco a poco diluyéndose en la casa hasta desaparecer por completo. De hecho, quizás habría que redefinir la trama de la obra como un caso de posesión (que es lo que la escritora parece sugerir en el capítulo 3 del libro cuando Eleanor en mitad de una conversación se pregunta : “¿soy yo la que está hablando así?”). Wise supo llevar correctamente esta idea al cine.

La prosa de Jackson es clara y sin florituras e intenta que el lector vea la historia tal y como la está viviendo Eleanor. Así, en la película se utiliza la voz en off de Eleanor para darnos una idea de las complejidades, aspiraciones y pensamientos del personaje convirtiéndolo en el protagonista de la historia. Los personajes están bien representados por los actores, especialmente Eleanor a la que Julie Harris interpreta fielmente como una mujer inestable, insegura y fantasiosa; alguien que quiere huir de la realidad pero que, al mismo tiempo, desea fervientemente formar parte de ella y ser aceptada. Theodora también esta correctamente reflejada  aunque, desde mi punto de vista, tiene un papel demasiado pasivo y plano en la película cuando su relación con Theodora es uno de los puntos más interesantes del libro.

La casa también esta fielmente representada en la película de Wise ya que consigue transmitir la sensación de peligro que el libro describe. Parece que Jackson creía que había una extraña relación entre las particularidades puramente físicas de una casa y su “carácter”. Así, Hill House según el texto, tiene “un diseño inquietantemente defectuoso de forma que las paredes parecían siempre un ápice más largas de lo que la vista podía soportar o ligeramente más cortas que lo mínimo tolerable.  – Y es aquí donde quieren que duerma –  se dijo Eleanor; qué clase de pesadillas me estarán esperando en la sombra de estos recodos”.

No obstante, hay algunas diferencias entre libro y película. El director no consideró necesario incluir el toque de humor que, ya al final del libro, aportan Mrs. Montague (en la película Mrs. Markway) y Arthur (personaje que al que directamente suprime). Jackson utiliza a Mrs. Markway para enumerar (y ya de paso ridiculizar) los elementos que solían estar presentes en la literatura gótica (género al que el libro pertenece): monjas , monjes , tesoros ocultos y oscuros castillos. Tampoco incluyó las escenas que tienen lugar en los alrededores de Hill House, una de las cuales describe una aparición supuestamente terrorífica pero de la que no tenemos más detalles que el grito de Theodora instando a Eleanor a correr lo mas rápido que pueda.

La película por otra parte no menciona la ocasión en la que Theodora entra en su habitación y encuentra su ropa empapada de sangre y una inscripción en la pared que dice “ayudad a Eleanor a volver a casa”. Esta última omisión es especialmente significativa porque se deja entrever que pudo haber sido la propia Eleanor la autora (o la casa a través de Eleanor) tanto del mensaje como del estropicio con la ropa. También, se ha insinuado la posible relación lésbica entre Theodora y Eleanor pero he de decir que no me pareció que la intención de la autora fuera describir la relación entre estos dos personajes bajo esa luz sino que a mi entender, ambas se pelean por los afectos de Luke, el heredero de Hill House. En la película en cambio, parece que Eleanor ve al Dr. Montague como un posible pretendiente.

Finalmente, la diferencia más importante (y decepcionante) está en la última escena. En la película, Mrs. Montague es el motivo de que Eleanor estrelle su coche contra un árbol,  arruinando así el final escrito por Jackson y echando por tierra la teoría de la posesión que mencionábamos al principio. Se traslada a Mrs. Montague la responsabilidad de la acción de Eleanor cuando, según el libro, es la propia casa la que empuja a Eleanor a la muerte con el espejismo de llevarla por fin y para siempre, a su hogar.

Tanto el libro como la película dejan al lector/espectador con varios cabos sueltos (o al menos cabos que yo no he sabido atar) como, por ejemplo , la enigmática escena del picnic, por qué Eleanor oye voces de niños, si la relación de Hugh Crain con su hija tiene o no que ver en la maldición o el porqué del carácter especialmente siniestro del cuarto de juegos y la biblioteca.

En definitiva, un libro muy recomendable y una  película que, aunque en blanco y negro y “sin sustos”, cumple perfectamente.

Curiosidad: ahí donde la vemos , Shirley Jackson fue la autora de dos libros que narran sus experiencias criando cuatro hijos: Vida entre salvajes y Criando demonios

http://youtu.be/xq74oz6mf3w
Mercedes Cal González

Etiquetas: , ,

Escribe un comentario