Hanna (2011)

Nota: 6,5

Dirección: Joe Wright

Guión: David Farr, Seth Lochhead, Joe Penhall, Joe Wright

Reparto: Saoirse Ronan, Eric Bana, Cate Blanchett, Olivia Williams

Fotografía: Alwin H. Kuchler

EN POCAS PALABRAS (para los impacientes)

Joe Wright abandona sorprendentemente el cine de época (Orgullo y Prejuicio, Expiación) para explorar nuevos territorios. «Hanna», un thriller en toda regla, permite al director ingles escapar del ritmo pausado de sus ultimas producciones y dirigir un puñado de secuencias de acción de una factura impecable. El director británico demuestra ser  atrevido y versátil, aunque desgraciadamente su nueva película tarda demasiado en arrancar y el espectador observa desde la distancia las aventuras de unos protagonistas con los que nunca llega a conectar.

SI QUIEREN PROFUNDIZAR…

Argumento: Hanna (Saoirse Ronan) vive con su padre Erik (Eric Bana) en algún lugar del Artico, rodeados de naturaleza y lejos de la civilización. Erik perteneció en su momento a un cuerpo de espionaje antes de desertar, razón por la cual, desde ese día, ha tenido que permanecer escondido junto a su hija para preservar sus vidas. Ante la posibilidad de que en un futuro incierto Hanna quiera vivir en sociedad, su padre le ha entrenado para ser una maquina de matar y así poder defenderse de sus peligrosos enemigos. Un día, Hanna decide intentar vivir como una persona normal y comienza un largo viaje para ser libre y encontrarse a si misma.

Quizás sea debido a mi inclinacion por los personajes malvados, pero la verdad es que la autentica estrella de «Hanna» no es Saoirse Ronan; ni siquiera Eric Bana o los bizarros acólitos que persiguen a la protagonista, sembrando el terror allá por donde pasan; la verdadera atracción de esta película es Cate Blanchett (Elisabeth, El Señor de los Anillos), una actriz que con los años ha ido adquiriendo algo en su mirada, que hace imposible retirar los ojos de ella cuando aparece en la gran pantalla. En «Hanna» ejecuta su papel con una naturalidad casi insultante; resulta inquietante, malvada y peligrosa, justo lo que exigimos al villano de turno.

Es una lástima que el resto del reparto no esté a la altura por diversas circunstancias. Eric Bana, excelente actor por lo general, interpreta su papel con la escasa dignidad que el guión le permite; las secuencias en que participa después de separarse de su hija, parecen mas propias de un video promocional de triatlón (camina sobre nieve, nada kilómetros y se pega con quien haga falta) mezclado con artes marciales, es decir, profundidad cero. Saoirse Ronan es víctima de la frialdad de su personaje, construido de tal manera que son indetectables los vínculos emocionales con cualquier otro personaje del film, incluido su progenitor. Wright dibija un personaje cuya vulnerabilidad es muy poco creíble desde el primer momento, por lo que nunca sufrimos por su integridad física, independientemente de las dificultades que encuentre en su camino.

He de reconocer que me sorprendieron las secuencias de acción, en las que Wright demuestra que no es un director limitado en cuanto a géneros cinematográficos se refiere. La música de los Chemichal Brothers ayuda multiplicar el ritmo frenético de las imágenes del director inglés, logrando momentos de gran tensión. Pero el verdadero problema de esta cinta radica en un guión hueco, que no contiene mas que la idea de una huída a ninguna parte de un personaje al que nunca llegamos a tomar cariño. Quizás la próxima vez Joe Wright.

Carlos Fernández Castro