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La Marca del Ángel (L’Empreinte de l’Ange) (2008)

Nota: 3,5

Dirección: Safy Nebou

Guión: Cyril Gómez Mathieu, Safy Nebou (Idea: Cyril Gómez Mathieu)

Reparto: Catherine Frot, Sandrine Bonnaire, Arthur Vaughn Whitehead, Hélöise Cunin)

Fotografía: Eric Guichard

EN POCAS PALABRAS (para los impacientes)

Después de ver «La Marca del Ángel» es fácil comprender por qué esta película francesa ha llegado con tres años de retraso a nuestros cines; aunque lo que verdaderamente supone un esfuerzo titánico es intentar imaginar por qué ha llegado. El realizador francés, Safy Nebou, debuta en la dirección cinematográfica con una película fallida; no sólo demuestra una torpeza extrema a la hora de abordar un género como el thriller, sino que en los momentos clave propios del mismo, roza la parodia sin proponérselo.

SI QUIEREN PROFUNDIZAR…

Argumento: Elsa (Catherine Frot) acaba de separarse y vive junto a su hijo Thomas (Arthur Vaughn Whitehead). Un día, al recogerle de una fiesta de cumpleaños en la casa de un amigo, conoce a Lola (Hélöise Cunin), la hermana del niño en cuestión; desde el primer momento no puede apartar la mirada de ella, ya que al verla tiene la extraña sensación de estar mirando a su hija, fallecida hace siete años. Desde ese momento, intenta estar en contacto con la familia de Lola, hasta tal punto que la madre de Lola (Sandrine Bonaire) comienza a alarmarse por su extraño comportamiento.

Una película que pretende ser una mezcla de thriller y drama basado en hechos reales se esta proyectando en una sala de cine; ¿qué es lo peor que puede ocurrir? Justo lo que ha sucedido esta tarde, que la gente empiece a reírse reiterada y progresivamente en sus momentos álgidos; aquellos en los que se supone que se tiene que mascar la tensión en el ambiente, en los que temes por lo que pueda sucederle a los protagonistas.

Me atrevería a afirmar, sin riesgo a equivocarme, que el principal problema de esta cinta radica en la dirección. Tampoco es que estemos ante un brillante guión, pero sí lo suficiente como para que cualquier director con un mínimo de oficio obtenga un resultado, cuando menos, digno. No obstante, de todos los enfoques posibles, Cyril Gómez Mathieu, guionista del film, escoge el menos atractivo desde el punto de vista dramático y se decanta por el mas sensacionalista; una pena dado el potencial de la historia.

Es una pena observar cómo dos actrices de reconocido prestigio, Catherine Frot y Sandrine Bonnaire, se muestran indefensas ante el trabajo de un director sin batuta, falto de ritmo y con un talento especial para la planificación errónea de secuencias. En definitiva, una película que no merece robar atención de otros largometrajes franceses que han llegado últimamente a nuestra cartelera, como la deliciosa «Madmoiselle Chambon» o «Potiche».

Carlos Fernández Castro

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