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Secuencias Inolvidables: «Un Verano con Mónica» (Sommaren med Monika)

Esta nueva entrega de «Secuencias Inolvidables» corresponde a «Un Verano con Mónica«, una de las primeras películas en las que se pudo apreciar el incipiente talento del imprescindible Ingmar Bergman. No se trata de su mejor largometraje, pero sí se disfruta en su conjunto como una obra enigmática y perturbadora, que deja un sabor agridulce en el paladar y grandes momentos que jamás se olvidan.

De entre todos ellos, hay uno que destaca por encima de todos: Monika y Harry han regresado a la ciudad después de su idílica aventura; la realidad parece más dura de lo que recordaban; ahora tienen una auténtica responsabilidad que les unirá eternamente, un deber que les obligará a tener que trabajar para subsistir e integrarse en una sociedad de la que antes renegaban; en cierto modo, siguen renegando de ella, pero no pueden permitirse vivir al margen de la misma. Harry lo ha entendido, y Monika, a pesar de haber regresado con él, permanece mentalmente en aquella isla en la que se aislaron del resto de la humanidad; no es capaz de asimilar su nueva vida, una vida monótona, en la que sus necesidades se supeditan a las de una criatura que ha nacido de su vientre.

Monika busca nuevas aventuras y aunque parece despreocupada de su bebé y de un marido que se desvive por sacar la familia delante, sabe que no se está actuando como debería, está con otro hombre; pero bajo ese caparazón de frialdad e indiferencia, Monika siente remordimientos de conciencia y reconoce ante el espectador que su actitud es deplorable. Bergman demuestra su inmenso talento en esta corta secuencia que cuenta con una de las miradas a cámara más desoladoras y conmovedoras que servidor pueda recordar; una mirada en forma de confesión, una sorprendente mirada que solo el cineasta sueco podría haber extraído de la maravillosa y sensual Harriet Andersson (una de sus actrices fetiche); la enmarca en la pantalla, la aísla de cualquier agente externo -se atenúa la luz a su alrededor, baja el volumen de la música , su acompañante desaparece- y regala al espectador un privilegiado cara a cara con Monica:

http://youtu.be/kmNhCR6fv1w

Carlos Fernández Castro

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