El Año Más Violento (A Most Violent Year) (2014): el despertar del sueño americano
Nota: 8,5
Dirección: J. C. Chandor
Guión: J. C. Chandor
Reparto: Oscar Isaac, Jessica Chastain, Albert Brooks, David Oyelowo, Peter Gerety, Elyes Gabel, Alessandro Nivola
Fotografía: Bradford Young
Duración: 124 Min.
‘El Año más Violento’ no es una película de gangsters, un film noir, o un thriller al uso, aunque al terminar su proyección tengamos la sensación de haber apreciado en ella elementos de cada uno de estos géneros. J. C. Chandor desprecia las reglas preestablecidas y traiciona un buen puñado de estereotipos en este brillante ejercicio de estilo. El resultado es una obra intensa y cerebral, que exige la participación del espectador para su decodificación. Transmitirá frialdad a quien espere una visita guiada por sus planos, y supondrá un fascinante viaje por el lado más oscuro del sueño americano, para los que se atrevan a interpretar sus insinuantes imágenes.
La aparente frialdad de ‘El Año Más Violento’ esconde la noble intención de invitarnos a escarbar en una superficie cuya escarcha se derrite con suma facilidad. La película presupone la inteligencia del espectador, desmarcándose de propuestas semejantes que desconfían de su claridad en la exposición. Al igual que ocurre en la vida real, las conclusiones se hacen de rogar. ¿Qué hace falta para conseguir el sueño americano? ¿Trabajar duro, o saltarse las leyes para jugar en igualdad de condiciones con e resto de aspirantes? Las respuestas que insinúa la tercera película de J. C. Chandor resultan de lo más reveladoras. Poco importa que la acción nos sitúe en el Nueva York de los años 1980, ya que la honestidad, la honradez, y la fidelidad a unos principios, son conceptos universales y atemporales.
Sin embargo, la distancia que Chandor interpone entre su película y el patio de butacas no es definitiva para evitar la involucración del espectador. El director americano sabe cómo captar la atención mediante secuencias de una intensidad arrebatadora, que basan su efectividad en una cuidada planificación y en las vibrantes interpretaciones de un reparto de primera categoría. Las disputas familiares entre Abel Morales (Oscar Isaac) y su mujer Anna (Jessica Chastain), las negociaciones del protagonista para conseguir un préstamo que le hará crecer profesionalmente o arruinará su prometedor futuro, el permanente boicot al que está siendo sometida su empresa de transporte… Todo ello contribuye a crear una atmósfera sofocante que, para permitir un juicio racional de los acontecimientos, evita el sensacionalismo y la grandilocuencia.
Además, Chandor guarda estratégicamente un as en la manga. El protagonista de «El Año Más Violento» es un inmigrante que pretende conseguir sus objetivos manteniendo la dignidad y observando un estricto cumplimiento de la ley. De esta manera, se estrechan los vínculos entre Abel y el espectador, que instantáneamente se siente identificado con sus principios y su inquebrantable moral. En el fondo, el personaje interpretado por Oscar Isaac representa el espejo en el que nos gustaría mirarnos, el resultado de una combinación perfecta entre ambición y dignidad.
Mientras tanto, el guión sigue demostrando un desprecio absoluto por los estereotipos clásicos, y retrata un sistema que prácticamente obliga al incumplimiento de sus leyes, un inspector de policía que persigue a la víctima e ignora al delincuente, y una mujer que, lejos de contribuir a la unidad familiar, exige de su marido un comportamiento mafioso (semejante al de su padre) y una actitud viril a la antigua usanza. En definitiva, el mundo al revés…o, más bien, la verdadera representación de una sociedad hipócrita y falsa, que habitualmente oculta su verdadero rostro en la gran pantalla. Sin recurrir al buenismo, ‘El Año Más Violento’ es el reverso luminoso de películas como ‘Scarface’ o ‘Enemigo Público’, en las que el gangster ostentaba un estatus similar al de una estrella de rock. Aquí la heroicidad consiste en evitar la violencia a toda costa y mantener una fe ciega en la justicia.
J. C. Chandor no esconde su pesimismo. En cierto modo, Abel recuerda a los primeros años de un Vito Corleone que intenta triunfar en Nueva York sin derramar una gota de sangre. En definitiva, una América en la que solo creen los que siempre soñaron con ser americanos, y unos americanos que han dejado de creer en los valores sobre los que se construyeron los Estados Unidos de América. En ‘El Año Más Violento’, un empleado de Abel, también inmigrante, sueña con seguir los pasos de su admirado jefe, pero no encuentra más que obstáculos en su camino. Asimismo, los cuerpos de seguridad del estado persiguen a los pequeños maleantes, pero no a los que se enriquecen a costa de sus delitos. En la tierra de las oportunidades, la ley pesa menos que la costumbre, y los tribunales de justicia se caracterizan por sus enormes salas de espera.
‘El Año Más Violento’ es el cumplimiento de todas las promesas anticipadas en ‘Margin Call’ y ‘Cuando todo está Perdido’. J. C. Chandor se confirma como un observador implacable de la naturaleza humana, y un agudo analista de los momentos clave en la historia reciente de su país. La inteligencia de su puesta en escena recuerda al mejor Sidney Lumet, su facilidad para reclutar a los mejores actores del momento (Oscar Isaac y Jessica Chastain) hace pensar en el mismísimo Woody Allen, su tendencia a transgredir las normas preestablecidas es similar a la que gasta un tal Paul Thomas Anderson… Referencias ajenas, personalidad propia.
Carlos Fernández Castro