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63 Edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián (Crónica del 19 de septiembre de 2015)

Habida cuenta de los títulos programados, este segundo día de festival, a la sazón primero para Bandeja de Plata, prometía emociones fuertes. Cesc Gay y Alex de la Iglesia eran las grandes esperanzas nacionales en la sección oficial, mientras que Terence Davies se postulaba como el gran contendiente británico para alzarse con los premios más importantes. Por otro lado, escogimos una de las grandes triunfadoras en Sundance para zambullirnos en una sección que nos ofrece cada año algunas de las películas más interesantes de otros festivales. El resultado ha sido inferior al esperado, pero no del todo decepcionante.

63 San Sebastián Festival de Cine

Truman (Sección Oficial) Nota: 6,5

Sin lugar a dudas, uno de los platos fuertes de la sección oficial. Tras la exitosa ‘Una Pistola en Cada Mano’, Cesc Gay regresa a ese cine que profundiza en los personajes y las relaciones humanas, hasta exprimir las posibilidades de una línea argumental concreta. En este caso, el reencuentro entre dos viejos amigos en circunstancias muy diferentes: por un lado, Julián padece una enfermedad terminal y necesita encontrar una familia adoptiva para Truman, su perro, mientras que Tomás, tras una larga ausencia, regresa a Madrid para convencerle de que siga luchando por su vida y retomar su antigua amistad. El director catalán demuestra que sigue moviéndose como nadie en ese terreno en el que el drama está oportunamente complementado por momentos de una comicidad fresca, gratificante, y no exenta de sensibilidad. Gran parte del mérito radica en la soberbia interpretación de Ricardo Darín y en un guión que mantiene siempre el interés, merced al dinamismo de sus situaciones, a sus ingeniosos diálogos, y al excepcional tratamiento de temas tan complejos de abordar como la aceptación de la muerte y la amistad. A pesar de su arranque diésel, ‘Truman’ alcanza el ritmo adecuado a medida que avanza el metraje. Puede que no esté a la altura de las mejores películas el director (En la Ciudad, Ficción), pero estamos ante una muestra loable de cine comercial español, que satisfará tanto a cinéfilos como a espectadores casuales.

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Sunset Song (Sección Oficial) Nota: 4

Si no conociéramos la trayectoria de Terence Davies, no sorprendería la torpeza y la ausencia de sutileza que caracteriza cada uno de los pasajes de su nueva película. Si bien su primera media hora desprende una incómoda sensación de deja vú, el resto de su metraje podría ser calificado como un auténtico despropósito en el que destacan la ausencia de tensión narrativa y la indefinición. A lo largo de sus interminables dos horas y quince minutos, el director británico nunca acaba de tener claro su verdadero propósito: el drama familiar, el romance, la lucha de clases… Asimismo, ‘Sunset Song’ adolece de un grave problema de casting y de un guión poco pulido, en el que los personajes principales carecen de profundidad y los secundarios aparecen y desaparecen sin motivo aparente. Tan solo destacan su excelente fotografía y su diseño de producción. Queda todo dicho.

Yo, Él y Raquel (Perlas) Nota: 5

Por lo general, el Gran Premio del Jurado de Sundance suele ser garantía de buen cine, o al menos, de cine diferente. No es el caso de la segunda película de Alfonso Gómez-Rejón. La frescura y originalidad de su primera media hora desaparecen en favor de la autocomplacencia del director, más preocupado en demostrar sus vastos conocimientos cinematográficos que en desarrollar la interesante premisa de ‘Yo, Él, y Raquel’: Rachel es una adolescente que padece leucemia, y Gregg es un compañero de clase cuya madre le obliga a pasar tiempo con ella. Según transcurren los minutos, descubrimos que el virtuosismo formal intenta ocultar la ausencia de un guión sólido, que incluso se permite el lujo de engañar al espectador y redundar en ideas que se agotan al primer manejo.

Mi Gran Noche (Sección Oficial) Nota: 6

Desde primera hora de la mañana se respiraba una expectación especial ante el nuevo trabajo de Alex de la Iglesia. Nuevamente, la producción de Cerezo garantizaba un aspecto deslumbrante, pero quedaba la duda de si nos íbamos a encontrar ante la versión más caótica del director o ante su lado más controlado. Y la verdad es que ‘Mi Gran Noche’ no alcanza los niveles de locura de ‘Las Brujas de Zugarramurdi’, pero tampoco recupera la serenidad y la claridad de obras como ‘La Comunidad’. Estamos ante un magnífico entretenimiento, cuya mayor virtud es su ritmo frenético y una excelente dirección de actores. Alex de la Iglesia se desentiende de la coherencia y la cohesión de su guión, y se entrega a los códigos de la comedia de enredo, en nombre del «todo vale». Afortunadamente, el director construye un buen número de personajes que desbordan carisma y aprovechan sus líneas de diálogo. Especial atención a los números musicales, que hacen preguntarse por qué el director no se encarga de las galas de entrega de los Premios Goya.

Raphael y Terele Pávez en Mi Gran Noche

Carlos Fernández Castro

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