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Crónicas desde el Festival de Cine de Málaga 2018 (I)

El Festival de Cine de Málaga es, más que ningún otro, un reflejo con sus destellos y sombras de la cinematografía que habita en su programación. Sus principios regidores para ser un escaparate de la cinematografía española (y realizada en español) conllevan necesariamente una condición ciclotímica, dependiente de las cosechas anuales de un sector –el de la producción en nuestro país– tan irregular como cambiante y esperanzador con la incorporación paulatina de nuevas voces y propuestas. Esta vocación de diversidad amplía la panorámica al completar la sección oficial con los largometrajes de Zonacine, un sugerente espacio para las creaciones más “alternativas”, y la pujante selección de obras documentales.

Festival de cine de Málaga

 

La edición de 2018 se ha caracterizado por una mayor cuota de presencia latinoamericana pero, sobre todo, por las propuestas femeninas, delante y detrás de la cámara que se han visto reflejadas en un palmarés que ha premiado el trabajo realizado por mujeres en sus categorías principales: Las distancias (Elena Trapé, 2018) consiguió al Biznaga de Oro al mejor largometraje español y el reconocimiento a la mejor dirección para su autora, el premio al mejor documental fue para Ainhoa, yo no soy esa (2018) de Carolina Estudillo y el galardón a la mejor película iberoamericana se lo llevó Benzinho (Gustavo Pizzi, 2018), un proyecto producido, escrito y protagonizado por Karine Teles.

Sobre todas estas películas volveremos en un articulado cronológico fundamentado principalmente sobre la sección oficial.

Viernes 13 de abril

Las leyes de la termodinámica (Mateo Gil, 2018)

Tras sus anteriores indagaciones en el western, la ciencia ficción o el thriller, el guionista y realizador Mateo Gil abrió la sección oficial con Las leyes de la termodinámica, una comedia romántica donde las relaciones sentimentales se construyen, reconfiguran y extinguen según las leyes de la física. Mezclando la ficción del universo de dos parejas con el falso documental (entrevistas a científicos) y con un arranque ingenioso y creativo, la película pierde su fuerza y premisa original según avanza una propuesta que deriva en fórmula mecánica.

 

Sábado 14 de abril

Ana de día (Andrea Jaurrieta, 2018)

El debut en el largometraje de la realizadora navarra Andrea Jaurrieta es un sugerente “dopplegánger” dónde la angustia y zozobra de descubrir un ser idéntico puede tornar en experiencia liberadora. Con la alargada sombra de Lynch y Hitchcock, la autora traza un film interesante y arriesgado pero excesivo, donde la investigación y deriva formal componen un puzzle que no acaba de encajar por el extravío de algunas de sus piezas visuales

Memorias de un hombre en pijama (Carlos Fernández de Vigo, 2018)

La adaptación del comic homónimo de Paco Roda (Arrugas) ha supuesto la apuesta del festival por el cine de animación, un género que cada vez aparece más en las secciones competitivas. Las tribulaciones de la vida sentimental de un dibujante de comic y la difícil conciliación entre su entorno doméstico y creativo son un obvio material autorreferencial que acaba por caer en todos los tópicos que supuestamente quiere denunciar y termina por ser una obra “viejuna” en fondo y forma, dubitativa y donde no se arma un verdadero discurso.

La reina del miedo (Valeria Bertuccelli, Fabiana Tiscornia, 2018)

La interprete argentina Valeria Bertucceli produce, escribe y protagoniza su primer film en la piel de Robertina, una famosa actriz en la cúspide sobre la que proyecta las inseguridades, miedos y caos emocional de una diva en un constante (des)equlibrio emocional y creativo. La profundidad y complejidad con la que Bertucelli enriquece la composición junto con inteligentes soluciones de puesta en escena acaban construyendo un más que estimable retrato de zozobra personal y profesional reconocido con el galardón a la mejor actriz y el Premio Especial del Jurado; en ambos casos compartido con otras obras.

 

Domingo 15 de abril

No dormirás (Gustavo Hernández, 2018)

Un grupo de teatro experimental se recluye en un psiquiátrico para ensayar una obra creada por los reclusos tiempo atrás con el condicionante de experimentar varios días con el insomnio. La deriva de este thriller psicológico hasta el terror es un previsible viaje repleto de tics de género y recursos reconocibles que arrastran su argumento por todos los lugares comunes transitados por un cine ya visto y que conducen la potencial intensidad de su planteamiento hasta el más tedioso de los destinos. Su factura, más cercana a estándares de este tipo de producciones que a planteamientos de indagación creativa, recibió los premios a la mejor fotografía y montaje.

Sergio & Serguéi (Ernesto Daranas, 2017)

La mirada del director cubano a la sociedad de la isla durante la difícil década de los noventa, tras la caída de la antigua URSS, es una cinta preñada de bonhomía que, lejos del tono amargo de otras obras que escrutan ese decisivo momento histórico prefiere utilizar el humor para poner en imágenes la amistad entre dos personajes tan perdidos como la propia Cuba del momento. Así, colocando en primer término la relación que se establece entre Sergio, profesor de filosofía marxista y radioaficionado, con el astronauta Serguéi Asimov (con su rescate pendiente), Daranas construye una fábula amable que, por momentos, se impregna con la tristeza de un trasfondo de incertidumbre y abandono.

José Félix Collazos

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