Closeness (Tesnota, 2017): Festival de cine de San Sebastián 2017

Nota: 8

Dirección: Kantemir Balagov

Guión: Kantemir Balagov y Anton Yarush

Reparto: Darya Zhovner, Olga Dragunova, Veniamin Kac, Atrem Cipin, Nazir Zhukov

Fotografía: Artem Emelianov

Duración: 118 Min.

Decía François Truffaut que un cineasta trabajaba exclusivamente con todo aquello que es capaz de experimentar desde el momento de su nacimiento hasta adentrarse en la adolescencia.

Para su ópera prima, el joven Kantemir Bagalov ha profundizado en sus raíces geográficas – ambientada en Nálchik, capital de la República de Kabardino-Balkaria en el Cáucaso Norte-, históricas -se desarrolla durante los años 90, en plena guerra de Chechenia- y étnicas -será importante la relación entre los judíos y los cabardinos que practican el islam- para entregarnos un contundente y sólido trabajo sobre la independencia y la libertad de una hija (Illana) atrapada en las tensiones que atraviesa su núcleo familiar tras recibir una nota de secuestro que demanda una altísima suma para rescatar al hijo más pequeño y a su esposa. Es paradójico, pero a medida que avanza la trama con sus vergüenzas y sus justicias heredadas, no cabe la menor duda de que quien ha sido realmente secuestrada ha sido la hija, Illana, quien trata de rebelarse contra su presunto destino.

En su debut, el cineasta ruso -formado por una escuela cinematográfica creada por Aleksandr Sokurov- demuestra mucho instinto, pero también un dominio narrativo insultantemente apabullante e incuestionable que nos da como resultado una de las radiografías más interesantes de la Rusia actual, a través del sufrido rostro de la reveladora Darya Zhovner. Eso sí, como advertencia, Tesnota es una obra que exige adaptar nuestra mirada a un contexto desconocido y que, sobre todo, requiere reposo, dejar que sus claustrofóbicas e hipnóticas imágenes en 4:3 se expandan en nuestra retina.

Antonio Cabello Ruiz-Burruecos (www.esenciacine.com)