En tiempos de luz menguante (In Zeiten des abnehmenden Lichts, 2017)
Nota: 6
Dirección: Matti Geschonneck
Reparto: Bruno Ganz, Alexander Fehling, Sylvester Groth, Pit Bukowski, Evgenia Dodina
Guión: Wolfgang Kohlhaase (Novela: Eugen Ruge)
Fotografía: Hannes Hubach
Duración: 100 Min.
A partir de una novela, Matti Geschonneck (Postdam, 1952), fecundo realizador de series y películas para televisión, recrea el clima de 1989 en la República Democrática Alemana, en el momento en que todo el sistema está a punto de resquebrajarse pero parece que nadie es capaz de preverlo. La celebración del 90 aniversario del líder comunista Wilhelm Powileit –intepretado por el patriarca de la pantalla germana, Bruno Ganz- convoca en su casa a miembros de su familia, cargos políticos y dirigentes ciudadanos que le traen flores y otros regalos.
Wilhelm está obsesionado con que su mujer lo va a envenenar y muestra síntomas de demencia senil, pero se mantiene firme en sus convicciones de que el país no va mejor por la debilidad de sus gobernantes; es decir, representa la posición reaccionaria del estalinismo más duro que rechaza los cambios que se están dando en la Unión Soviética. El hijo de su esposa, Kurt, se entera en ese mismo momento de que su hijo Sasha ha cruzado clandestinamente la frontera y se encuentra en Occidente, lo que para el régimen supone una “traición” en toda regla; Kurt vive con una suegra rusa, que añora la aldea en que vivió años atrás, y con su esposa Irina, alcohólica y descreída que ve todo perdido porque, efectivamente, el comunismo puede sobrevivir con carencias de alimentación o servicios, pero no cuando los hijos abandonan el país. Kurt compensa esta situación con una amante que vive enfrente y cuya existencia su esposa parece tolerar. Tampoco la relación de Wilhelm y su mujer Charlotte es muy buena: ella está harta de sus malos modos y reconoce que en el pasado lo amó (pero ahora no). La situación es bastante patética y aun esperpéntica si, además de la familia, vemos a los dirigentes del partido que se juntan en la casa, con su mediocridad, rencillas y bromas pesadas (impiden ir al baño a uno de los invitados).
Con cierta estructura de drama teatral –unidad de acción espacio y tiempo en la celebración del cumpleaños- En tiempos de luz menguante hace de la familia desestructurada y en trance de disolución una metáfora de la propia República Democrática; al igual que en el Estado, en esta familia están preocupados por mantener las formas, que no se sepan las infidelidades, borracheras ni deserciones; mantener el tipo y hacer que no pasa nada: el tancredismo siempre tuvo su rentabilidad política. Con ese paralelismo, el diagnóstico del filme –y supongo que de la novela- es bastante claro: la caída del comunismo no se debió a enemigos exteriores, fue fruto de su descomposición interna, con una vieja guardia en declive y jóvenes deseosos de abandonar el “paraíso proletario”. Sin ser una gran película, resulta convincente y a ratos tiene humor en el boceto que traza, aunque le falta mordiente en la escritura dramática y mayor radicalidad en su planteamiento metafórico.
José Luis Sánchez Noriega