Michael H (Michael H. Profession: Director) (2013)
Nota: 5’5
Director: Yves Montmayeur
Guión: Yves Montmayeur
Reparto: Michael Haneke, Emmanuelle Riva, Juliette Binoche, Isabelle Huppert
Fotografía: Attila Boa, Yves Montmayeur
Duración: 90 Min.
Con dos Palmas de Oro, un Oscar y un Príncipe de Asturias bajo el brazo poco debió sufrir Yves Montmayeur para que este documental sobre Haneke fuera tenido en cuenta más allá de su Austria natal. A estas alturas poco más se puede decir sobre un director que ha derribado los muros del cine independiente contemporáneo y que ha entrado en Hollywood sin traicionar a su propia matriz. Que a sus 71 años se ha hecho dueño de un estilo narrativo casi inclasificable, en el que el pulso de personajes humanos contra otros deshumanizados se disputa en escenas cargadas de una tensión asfixiante, de una violencia jamás casual -tanto implícita como explícita- que saca lo peor de nosotros mismos y nos hace sentir incómodos sin gratuidades ni artificios de por medio.
Como estudioso de su filmografía me siento en la butaca dispuesto a conocer los métodos de trabajo de este cineasta con aspecto de druida, expectante por encontrarme con detalles curiosos de su personalidad y rutinas de trabajo, de sus manías y de su universo en definitiva. Pero pasada hora y media termina un documental previsible y aséptico, lo que me lleva a pensar de inmediato en las dotes oportunistas del tal Montmayeur.
No deja de ser interesante cómo los intérpretes entrevistados expresan el profundo respeto y admiración que sienten por su jefe de orquesta, un hombre exigente que les coloca en una encrucijada en cada escena y que les pone al límite en el plató sin esconder su amabilidad y buen humor. Del mismo modo que engancha escuchar al propio Haneke teorizando sobre sus pedagógicos guiones. Sobre cómo intenta aproximarse a la realidad sin tener que dar explicaciones previas, a la vez que tiene en cuenta en todo momento las emociones del espectador. Todo esto mientras se muestra un repaso a la inversa de sus films con un considerable material de making of (desde ‘Amor’ hasta ‘El séptimo continente’). Aún así todo posee un cierto aspecto de propaganda, respetable si estuviera incluida en los extras de un DVD, pero mosqueante si para verla tengo que pagar una entrada de cine.
El director es listo. No nos va a desmenuzar su vida y su obra por mucho que el documental lleve su nombre. Para eso están sus películas y la individual interpretación que busca que cada uno hagamos de ellas. Y eso es precisamente lo que le hace grande y diferente al resto. Hasta el propio Lars von Trier, con un cine parecido en atmósfera, intención y mensaje peca de egocéntrico y se ahoga a veces en su propia verborrea. Michael no. Por eso os animo a ver esta cinta como un reportaje y no como un documental, como un intento honorable de querer resolver en vano el jeroglífico de Haneke. De Michael H.
Manu Sueiro