Ema (2019)
Dirección: Pablo Larrain Guion: Guillermo Calderón, Alejandro Moreno, Pablo Larraín Reparto: Mariana di Girolamo, Gael García Bernal, Santiago Cabrera, Giannina Fruttero Fotografía: Sergio Armstrong Duración: 102′
Dos series de televisión y ocho largometrajes, muy variados e inteligentes, han otorgado a Pablo Larraín un nombre en el cine chileno y latinoamericano. Desde luego, El club está entre las películas más arriesgadas y reflexivas que se pueden rodar sobre un tema tan vidrioso como la pederastia de sacerdotes católicos.
Ema se estrenó en el último Festival de Venecia y ha obtenido un reconocimiento y una valoración dispar. Es una película potente, sugestiva, que ofrece una piel barroca y estridente, con hiperbólicas secuencias de incendios, danza, música de reguetón y sexo, y un fondo con conflictos permanentes, como la maternidad, la relación de pareja, la orientación sexual y las catarsis necesarias para sobrellevar las heridas emocionales.
No es una película fácil; necesita que el espectador sintonice con un mundo de ficción en el que cuesta entrar porque se ha optado por los símbolos y el esquematismo, por la representación de excesos antes que por la narración de una historia o la definición de unos personajes. No hay posible identificación con personajes observados desde cierta distancia, sin empatía; y tampoco resulta cómodo el mundo del reguetón.
Pero, al final, se llega a comprender que las vidas llevadas al límite son la salida visceral en las existencias complicadas. Ema es una película que ganará en un segundo visionado, cuando el espectador aprecie en detalle los diálogos y pueda profundizar en matices que permiten conocer mejor a esos personajes esquivos.
J. L. Sánchez Noriega